El plan de la Ciudad de la Luz reconoce que la cercanía de Terra Mítica reducirá la afluencia
La proximidad del parque temático Terra Mítica de Benidorm, del que distará apenas 40 kilómetros, invita a los promotores del complejo lúdico de la Ciudad de la Luz, que la Generalitat proyecta para Alicante, a aventurar una afluencia de público "más baja" de la que cabría esperar para unas instalaciones de este tipo. El master plan de esta actuación, elaborado por empresas especializadas en el sector del ocio, propone un centro que ocupará 700.000 metros cuadrados diseñado para absorber hasta 12.000 visitantes simultáneamente, y establece un mercado potencial integrado por 1,5 millones de personas.
Las obras comenzarán coincidiendo con la campaña electoral de 1999, y su coste se eleva a 20.000 millones de pesetas. La ejecución del proyecto auspiciado por el Consell tiene un componente social que no se daba en Benidorm: la expropiación forzosa de viviendas y negocios de sesenta familias, que se oponen a desalojar sus posesiones para dar paso a un proyecto sin pulir y de ignoto desenlace. La reserva de suelo, aprobada ya por los organismos pertinentes, abarca algo más de 2,3 millones de metros cuadrados, que además de la Ciudad de la Luz acogerán infraestructuras viarias y ferroviarias que se desconocen, pero que el Ejecutivo que preside Eduardo Zaplana anuncia como "vitales" para el desarrollo futuro de la ciudad. El proyecto base del complejo de ocio plantea entre sus objetivos "garantizar un número suficiente de experiencias excitantes y memorables para cada visitante y que, al mismo tiempo, les animen a gastar algo más de tiempo y de dinero en su visita". Bajo parámetros absolutamente mercantilistas, se ofrece diversión combinada con atracciones de marcado contenido cultural y educacional, y una amplia gama de locales para que cada visitante deje en las cajas registradoras de tiendas, cafeterías y restaurantes alrededor de 2.000 pesetas, además de las 2.700 que abonará para tener acceso a las instalaciones. Los propios redactores del documento no explican con exactitud qué será la Ciudad de la Luz. "Es un producto nuevo difícil de describir", señalan en el informe, que sin embargo aporta una definición un tanto ambigua: "Sería", dicen los expertos, "un híbrido entre un parque temático y un centro urbano de entretenimiento", basado en experiencias de presente y futuro con tematización de alta tecnología, al ejemplo de otros parques que ya funcionan con éxito en algunas ciudades de Australia. Sobre la localización de los terrenos escogidos, se utilizó información resultante de un estudio de mercadotecnia encargado por la promotora Hansa Urbana (que tiene propiedades en la zona), e informes adicionales de las empresas contratadas por la Generalitat para dar forma al proyecto. Desde estudios urbanísticos hasta condiciones medioambientales y topográficas, los técnicos limitaron las posibilidades a dos enclaves del término municipal de Alicante: Rabasa y la sierra de Colmenares. Se reconoce que la primera localización está mejor comunicada, más cercana al centro urbano y goza de una buena visibilidad desde la autovía A-7, pero se optó por Colmenares por su cercanía al mar, las vistas sobre la bahía, las infraestructuras públicas en mente y un microclima idóneo, además de por estar situada a caballo entre Alicante y Elche, dos núcleos urbanos importantes. El estudio plantea configurar una oferta lúdica apta para todas las edades y con atracciones basadas más en la sensualidad que en las impresiones físicas, capaz de llamar la atención de su mercado potencial, cifrado en 1,5 millones de personas, que cada cuatro años podría repetir visita si el parque acomete las ampliaciones previstas para mantener su atractivo. Al margen de las áreas de servicios y zonas verdes, la Ciudad de la Luz estará configurada por tres zonas tematizadas (el mar, la tierra y el espacio), plagadas de aventuras que se vivirán bajo tierra, en el agua y a bordo de simuladores. Desde recorridos en embarcaciones por la laguna central y canales adyacentes, hasta jardines temáticos, arbolario, insectario y pajarera con especies del Mediterráneo, el complejo incluye centros de compras, un anfiteatro para 9.000 espectadores y una decena de salas de cine. Junto a las áreas tematizadas funcionarán otros dos complejos diferenciados bautizados con los nombres de Plaza de la Luz y Centro urbano de entretenimiento o Playcity. El primero ofrecerá un espectáculo recreado en la ciudad anfitriona, con sus fiestas, costumbres y leyendas. El segundo se ordenará a partir de una plaza principal de 3.000 metros cuadrados, a cuyo alrededor se localizarán simuladores, juegos virtuales, un centro virtual interactivo planteado como "un reto para cuerpos y mentes", y un área reservada a los juegos convencionales, como pistas de bolos, de karts y los tradicionales billares. Los pasos que seguirá el Consell para construir la Ciudad de la Luz serán idénticos a los seguidos para que Terra Mítica pueda abrir sus puertas al público el año próximo. Una vez expropiados los terrenos en el plazo de seis meses, el proyecto pasará a depender exclusivamente de la sociedad pública Parque Temático de Alicante, capitalizada íntegramente por la Generalitat, que promoverá una sociedad anónima para captar socios capitalistas. A partir de ese momento será la iniciativa privada la encargada de financiar, construir y explotar las instalaciones.
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