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El "clown" Jango Edwards presenta su espectáculo "Classics" en San Sebastián

Maribel Marín Yarza

Es uno de los clowns más conocidos del mundo y como tal actuó. Jango Edwards llegó a San Sebastián en calzoncillos, repartiendo besos a diestro y siniestro, para presentar su espectáculo Classics, que interpreta desde ayer y hasta mañana en la casa de cultura Lugaritz. El payaso ofrecerá un espectáculo de hora y media de duración que incluye una veintena de escenas de mimo, baile, comedia y cabaret, entre otros ingredientes. Edwards vive desde hace 20 años conforme a su primer mandamiento: disfrutar de cada momento. Lo contrario, dijo ayer "es un pecado". Por eso rompió hace 20 años con la arquitectura y el paisajismo, que le hicieron millonario, y se abandonó a la suerte de la calle. Jango Edwars se hizo artista ambulante y, con el tiempo, ese viaje itinerante lo consagró como uno de los payasos imprescindibles de los escenarios del mundo. Su espectáculo no esconde ninguna filosofía. Hay quien le tilda de provocador. Pero Edwards afirma que el único ánimo que le acompaña es su afán por hacer reír a la gente. "El show funciona todas las noches", afirma. "Pero depende del público, yo no me pongo límites. Su respuesta es la que los establece. A Edwards le da lo mismo actuar en Inglaterra que en Japón. "Todo el mundo ríe de la misma manera. El idioma no impide la comunicación", dice. El clown tiene nacionalidad norteamericana pero se considera habitante de la tierra. Se subleva contra las fronteras. A su juicio, todos los problemas que existen hoy en el mundo "nacen precisamente de que tenemos pasaporte".

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