El fiscal afirma que Liaño "se empecinó" en dictar el secreto del 'caso Sogecable'

El fiscal del Tribunal Supremo José María Luzón afirmó ayer, en la vista de apelación contra el auto de procesamiento por prevaricación contra el juez Javier Gómez de Liaño, que éste "se empecinó" al dictar el secreto del caso Sogecable después de que el tribunal le ordenase levantarlo por considerarlo irrazonable, innecesario, injustificado, inadecuado y desproporcionado.

Paradójicamente, el fiscal apoyó la pretensión de Gómez de Liaño de que se deje sin efecto su procesamiento, porque según dijo, precisamente el empecinamiento en su postura refuerza el convencimiento de que el procesado actuaba en la creencia de que le amparaba la razón. Y aunque censuró que Liaño se creyera en posesión de la verdad y admitió que su conducta fue reprobada por la Sala, dijo que no era delictiva.

Jorge Trías, diputado del PP que defiende a Liaño, criticó que se esté enjuiciando a su cliente por el procedimiento ordinario en lugar del abreviado y que se le haya procesado por prevaricación en contra del criterio del fiscal. Finalmente, dijo que Liaño no prevaricó en ninguna de sus resoluciones y pidió que se deje sin efecto su procesamiento.

El abogado de Jesús de Polanco, Horacio Oliva, insistió en que el juez prevaricó al menos en tres ocasiones: al decretar el secreto, al impedir a los querellados salir al extranjero sin autorización y al imponer una fianza de 200 millones al presidente del Grupo Prisa cuando ya sabía que en Sogecable no había delito alguno.

Oliva ironizó sobre la postura del fiscal señalando que no se puede decir que el procesado se empecinó en una postura censurada por el tribunal superior, pero que es un buen chico. Destacó que el procedimiento ordinario fue un acuerdo de la Sala para dar mayores garantías a Liaño.