Los nacionalistas juzgan insuficiente que sólo se traslade a cuatro presos

Positiva pero insuficiente. La decisión del Gobierno de trasladar a cuatro presos de ETA enfermos a cárceles del País vasco ha sido bien acogida por los partidos políticos, pero todos, salvo el Partido Popular y Unidad Alavesa, ponen reparos. Las formaciones nacionalistas, Izquierda Unida y el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, que se separó un tanto de la línea de su partido, reclamaron el cumplimiento del acuerdo del Parlamento vasco que exige el acercamiento de todos los reclusos a prisiones próximas a Euskadi.

El candidato del PNV, Juan José Ibarretxe, consideró que se ha dado "un paso" en la línea de lo que solicitaba la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco. Sin embargo, añadió que a esos traslados "deben seguirle otras muchas decisiones para tratar de avanzar en la resolución del problema" de la violencia. Carlos Garaikoetxea, candidato de EA a lehendakari, dudó de que la decisión del Gobierno del PP pretenda ser "un guiño a ETA" y cree que es "irrelevante" que se traslade a cuatro reclusos enfermos, "lo cual no quiere decir que no sea positivo". Añadió también que esta medida no tiene que ver con el proceso de paz y se encuadra en "la normalidad del funcionamiento del sistema penitenciario".

Los socialistas vascos coincidieron con PNV y EA en que el acercamiento de cuatro presos de ETA a las prisiones de Euskadi es "insuficiente", y son partidarios de aplicar medidas humanitarias. El secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros, consideró imprescindible que "el Gobierno tome la iniciativa en el campo penitenciario". Y lamentó que "el PP y el Gobierno hayan tomado como referencia de lo que se va hacer el 25-0, día de las elecciones autonómicas vascas". Redondo abogó por un consenso entre todos los partidos sobre política penitenciaria y señaló que el PSE "no descarta recurrir al indulto como mecanismo para consolidar el proceso de paz". El candidato a La Moncloa, José Borrell, se alegró de que el Ejecutivo haya tomado una decisión en la línea solicitada por el PSOE.

No obstante, su correligionario Odón Elorza, alcalde de San Sebastián, se desmarcó un tanto de la línea de su partido. Elorza afirmó ayer en Barcelona, adonde acudió para participar en la Conferencia Europea de Ciudades por los Derechos Humanos, que el acercamiento es "un paso positivo" pero añadió que "se tiene que hacer más" para "humanizar mucho más el conflicto y conseguir que la tregua sea absolutamente irreversible", informa Blanca Cía. Elorza reclamó al Ejecutivo el acercamiento "inmediato" de los presos de ETA.

En una línea similar a la de los nacionalistas se expresó el coordinador de IU en Euskadi. Javier Madrazo opinó que "es absolutamente insuficiente" la aproximación de los cuatro presos y exigió que se cumpla el mandato de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco para que los reclusos puedan cumplir sus penas lo más cerca posible de sus casas. "Nos parece bien que trasladen a esos presos, pero es mejor un cambio de la política penitenciaria, ya que es una demanda de la mayoría de la sociedad vasca".

Sólo Unidad Alavesa y el PP aplaudieron sin reparos la decisión del Ejecutivo. Pablo Mosquera, secretario general de UA, cree que se ha dado "un gran paso para lograr la paz". El líder foralista pidió que ETA se aparte para poder arreglar las cosas sin ningún tipo de presión. "Sin ETA todo es más fácil y esta nueva medida es un primer paso para lograr la paz".

Y el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, restó importancia a la medida gubernamental porque , es "un hecho que da continuidad a lo que anteriormente había dicho Interior". Pese a que la decisión del Gobierno se ha producido en plena campaña electoral, Iturgaiz aseguró que el traslado no se ha debido a "planteamientos electoralistas" y agregó que "en esta campaña coinciden muchos escenarios nuevos y diferentes que hay que afrontar con valentía". Gesto por la Paz animó al Gobierno a que adopte una política penitenciaria que "no esté supeditada a coyunturas ajenas a las voluntad de los propios penados", lamentó que hasta ahora no se hayan tenido en cuenta las razones humanitarias y subrayó que "no es legítimo, ni ético, instrumentalizar a las personas"