Sainz pierde el paso en San Remo

A Carlos Sainz (Toyota) le salió un día torcido en la segunda etapa del Rally de San Remo. No le funcionaron el volante ni la calculadora, pues su propia actuación discreta coincidió con la exhibición de Tommi Makinen y Colin McRae, sus dos enemigos en el Mundial. Se intuye el peor resultado posible porque ambos llevan camino de recortar la ventaja de Sainz en el campeonato del mundo. El piloto madrileño afronta la última etapa en cuarta posición, a minuto y medio de Makinen, que tiene el triunfo prácticamente en la mano, y 10 segundos por detrás de McRae.Aunque sea capaz de sumar un puñado de puntos -le tocarían tres por clasificarse cuarto-, Sainz está a punto de realizar una operación negativa en Italia. Su coche no le permitió ser competitivo sobre el asfalto de San Remo y sus rivales lo bordaron, especialmente Makinen. El finlandés, si hoy confirma su victoria en los seis tramos cronometrados (106 kilómetros), se convertirá en enemigo peligroso en el camino de Sainz hacia el tricampeonato.

"Cuando te parece que un tramo lo has hecho muy bien y no eres capaz de ganarlo es que algo no acaba de funcionar", explicó un decepcionado Sainz. Su objetivo hoy es volver a adelantar a McRae, aunque ayer sólo pudo rodar más rápido que el escocés en uno de los diez tramos. La única esperanza es que los tramos de hoy son iguales a los de la primera etapa, y el lunes Sainz fue más competitivo.

El hombre del rally volvió a ser Makinen. Sobre unos tramos muy estrechos y frente a miles de aficionados, el actual campeón del mundo se salió de la tabla. Su renta para la etapa final, 28 segundos sobre el italiano Piero Liatti (Subaru), 1m 22s sobre McRae y 1m 32s sobre Sainz, le dejan a las puertas de su cuarto triunfo de la temporada.

Los demás tuvieron que arriesgar para intentar seguir su ritmo. Y algunos lo pagaron: Sainz hizo un trompo que le costó perder tiempo, mientras que tanto su compañero Auriol como Kankkunen (Ford) se retiraron tras sendos accidentes.