España se juega hoy medio año de calma

No hay tregua para Camacho. Así son las cosas. El nuevo seleccionador de fútbol debuta en partido oficial en unas condiciones innegociables: sólo sirve la victoria ante Israel (Tel Aviv, 20.30 horas, TVE-1). El resultado marcará su futuro inmediato. Si hay derrota, el efecto será nocivo: dirán que no era Camacho el hombre adecuado. Si hay victoria, su valor será terapéutico: la clasificación con tendencia a enderezarse y cinco meses de calma por delante para trabajar hasta el choque contra Austria, en marzo. Tiempo suficiente para que dejen de preguntarle por Clemente, y para que quede constancia de que Camacho no ha venido a hacer la revolución, sino a hacer su trabajo. Camacho es Camacho. Su estilo es generalmente directo. No ha tardado un minuto en hacer las cosas a su manera.La situación parece tan trascendente que Camacho no ha debido esforzarse más de la cuenta para vender la dificultad del partido ante Israel. En otros tiempos, en otras circunstancias, cualquier preocupación por este choque habría sido considerada una exageración. Ahora no.

Israel no es Revivo y diez más. Tienen a Berkovich, centrocampista del West Ham, tienen a Mizhrahi, un delantero de cuidado, jugarán con Banin por la banda izquierda, un lateral a la europea rápido e incisivo a la hora de incorporarse al ataque. Sí, Israel, que no ha perdido en casa en los últimos cinco años a pesar de haber recibido la visita de Argentina, Bulgaria, Hungría o Rumania.

Israel es una selección de tercer nivel que parece lista para subir en el escalafón. Apartada de las grandes competiciones durante algunos años por problemas políticos (buena parte de los países asiáticos boicotearon a esta selección) su crecimiento deportivo guarda mucha relación con su ingreso en la UEFA, que tuvo carácter oficial en 1994. Desde entonces, ha ido consolidándose.

Factor clave en su crecimiento, además de su ingreso en la UEFA, ha sido la suavización de las obligaciones militares de los jóvenes futbolistas. Una de las razones que han estropeado muchas carreras deportivas en Israel fue la dureza de su servicio militar, que apartaba a los jóvenes de la práctica deportiva durante tres años en los momentos más sensibles de su evolución. Muchos de los actuales internacionales han podido disfrutar de puestos administrativos en el ejército, lo que les permitió alternar la mili con su carrera deportiva.

Los 15 primeros minutos

Así se presenta Israel ante España, dispuesta a que se le reconozca una mayoría de edad. Los pronósticos apuntan a un cuarto de hora inicial muy amenazador y a unas dotes sensibles para el juego de contraataque. No buscan el dominio de la pelota, no intentan marcar el ritmo del partido; hay siete que se sacrifican y tres que van por libre; son estos tres (Revivo, Berkovich y Mizrahi) quienes representan la principal amenaza.Camacho no trata de reflexionar ni de arreglar el mundo. Es breve y conciso. Quizá demasiado para algunos. Habla de ganar. Habla de jugar al ataque. ¿Qué se aprecia en los entrenamientos? Muy sencillo: intensidad. El equipo debe pasar de defender a atacar, y viceversa, casi instantáneamente. No hay pelotazos, sino desplazamientos rápidos y en corto. Y una obsesión: no regalar la pelota, desplazarla al jugador libre en caso de apuro. Cada hombre actuará en la misma posición que ocupa en su club. Sistema 4-4-2. Ése es el estilo. Otra cosa es si ha habido tiempo para que su mensaje cale en el equipo. Cinco meses hasta el próximo partido conviviendo con un batacazo en Israel pueden hacerse muy duros. Y una derrota colocará a los israelíes en disposición de ser inalcanzables, (empataron con Austria en Viena), y a los españoles haciendo cábalas y a Camacho contestando demasiadas preguntas. Camacho debuta con fuego real.

Alineaciones.

España: Cañizares, Ferrer, Alkorta, Hierro, Aranzabal; Luis Enrique, Engonga, Alkiza, De Pedro; Kiko y Raúl.

Israel: Cohen; Harazi, Simón, Benado, Shelat, Grayeb; Badir, Berkovich, Telesnikov, Revivo; Mizrahi. Árbitro: David Elleray (inglés).