Carlos Sainz controla la situación en San Remo
La primera etapa del Rally de San Remo ofreció una lectura templada para la candidatura de Carlos Sainz al título mundial. Su actitud moderada le colocó en cuarta posición, a medio minuto de uno de sus enemigos en el campeonato, el finlandés Tommi Makinen (Mitsubishi), pero por delante del otro, el escocés Colin McRae (Subaru). El ataque inicial de Makinen tuvo el liderato como premio, mientras que McRae hizo una actuación perfecta para los intereses de Sainz: no se encontró a gusto en todo el día y terminó noveno de la general, a 42 segundos del piloto madrileño de Toyota.Sainz cubrió su expediente. Ejerció de jefe y controló la situación en la etapa introductoria. Su análisis fue siempre correcto y dejó las estridencias para sus enemigos, que se salieron cada uno por un extremo. La prestación de Makinen sobre asfalto no es sorpresa, pues el actual campeón ha destacado antes sobre esta superficie. Ayer ganó cinco de los ocho tramos del día. Más extraño fue el rendimiento de McRae, vencedor de las dos últimas ediciones del rally. El británico sucumbió a los errores en la elección de neumáticos y también sufrió un pinchazo.
A pesar de que la meteorología se portó bien con los pilotos, la cuestión de las gomas fue el factor determinante de la etapa. "Había partes húmedas en casi todos los tramos y había que ser prudentes", reconoció Sainz. "Nosotros estamos satisfechos porque hemos sido regulares y no hemos cometido errores, que era lo importante". El piloto madrileño tiene claro su objetivo en San Remo. Los nueve puntos de ventaja que les lleva a Makinen y McRae en el Mundial le permiten cierto margen de actuación.
Lucha por el liderato
Sainz siguió desde la distancia la frenética lucha que Makinen y el italiano Piero Liatti (Subaru), futuro piloto de Seat, mantuvieron por el liderato. Tampoco se inquietó al ser superado al final por su compañero de equipo Didier Auriol. El bicampeón español está tranquilo, controlador. Son sus rivales los que deben estar inquietos y pasar al ataque, como hizo ayer Makinen.Ni los coches de dos ruedas motrices ni la pléyade de pilotos locales llegaron a entrometerse en la pelea importante. El único dos litros que destacó fue el Citroën del cántabro Jesús Puras. Logró el mejor tiempo en el cuarto tramo de la etapa, pero acabó abandonando más tarde al romperse el motor. Tampoco le fue bien a Seat en el estreno del nuevo Córdoba world rally car sobre asfalto. Su estrella Harri Rovanpera duró tres tramos antes de chocar contra una roca. El trabajo de evolución queda ahora en manos del belga Marc Duez.
La etapa de hoy, con 10 tramos y 175 kilómetros, es la más dura del rally. Se espera, como ayer, que el público desborde a la organización.
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