Porteros de Segunda B para la sub21

Camacho en la A, Iñaki Sáez en la sub 21. Los nuevos con los mayores y los hombres de Clemente con la sub 21. Así se firmó la sucesión, para que no hubiera sangre de por medio. Y sangre no hay porque Sáez, un hombre pacífico, habla de respeto y dice haber compartido sus decisiones con Camacho. Es así como la sub 21 hace su vida, ahora mismo un tanto apartada por la atención que suscita la situación de la selección A en la Eurocopa. Recuérdese que la sub 21 no perdió en Chipre (ganó 1-3). Y recuérdese que en el mismo grupo del Europeo convive con Holanda, Israel y Chipre, puesto que San Marino carece de selecciones inferiores.La sub 21 jugará hoy (18.00 horas) a 20 kilómetros de Tel Aviv. Suele hacerlo en terrenos de juego de inferior categoría y casi en el anonimato. Luego, suele llegar a las finales, o ganar el título, cosa que no hacen los mayores. Pero la sub 21 es ahora mismo fiel reflejo de la falta de relevo que tiene el fútbol español. Dicen que por culpa de los extranjeros. La cuestión es que su fisonomía ha cambiado mucho de un tiempo a esta parte. Ya no son los bebés de las grandes canteras. La Sub 21 se ha visto obligada a dotarse de jugadores de Segunda División (Hércules, Lleida, Sporting), de jóvenes de equipos modestos de Primera, algunos de ellos cedidos (Extremadura, Alavés, Racing y Villarreal) y de porteros que juegan en Segunda B. Ya sabemos que están Jose Mari (Atlético) o Angulo (Valencia), pero ha perdido el esplendor de otra épocas. Porque lo difícil es buscar gente joven que juegue de titular. Y ¿dónde está el mayor problema? En los porteros. Nadie coloca a un guardameta de 19 años en Primera o en Segunda. Así que para buscarlos se han tenido que lanzar a la Segunda B, donde actuan Felip ( Barcelona C) y Balbuena (Espanyol B).

Algunos más como ellos jugarán hoy contra Israel, que ganó a domicilio a Austria (0-1) y perdió, también a domicilio, con Holanda (3-0). Pero no se olvide: ellos, gente de Primera, de Segunda y de Segunda B, ganaron a Chipre.