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El PP pide que los "ultras" peligrosos sean confinados en comisarías los días de Liga

La Comisión Antiviolencia de la Asamblea estudia controlar con vídeos a los extremistasEl representante del PP quiere prohibir la venta de material racista y anticonstitucional

El Partido Popular ha apostado por la mano dura para erradicar la violencia juvenil. Así se desprende de la propuesta que ha redactado como conclusión al trabajo desarrollado durante un año por la comisión parlamentaria creada por la Asamblea para investigar la violencia urbana en la región.

El borrador del ponente del PP, que analiza desde el movimiento okupa hasta el neonazi, sitúa uno de los focos de las agresiones -especialmente de los cabezas rapadas- en los campos de fútbol y su entorno. En consecuencia, propone que los clubes sometan a estrecho control y tengan identificados a los seguidores de sus peñas más extremistas hasta el punto de que en todos los partidos estos jóvenes sean grabados en vídeo.

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Esta medida irá acompañada, si prospera la propuesta del PP (mayoritario en la Asamblea regional), con la prohibición de que los clubes financien a los ultras. Junto a este acoso económico, el grupo parlamentario popular propugna en su escrito una serie de restricciones que se caracterizan por su severidad. Así, todo asistente a un partido de fútbol que exhiba símbolos racistas o xenófobos será objeto de un expediente que irá a manos de una comisión especial con potestad para decretar su confinamiento, a la hora en que juegue su equipo y durante toda la Liga, en una comisaría.

La medida promovida por el grupo parlamentario popular ha sido acogida con escepticismo por algunos responsables políticos del propio PP. Es el caso del delegado del Gobierno en Madrid, Pedro Núñez Morgades, y del consejero de Presidencia , Jesús Pedroche, mano derecha del presidente regional.

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Sin armas

La ponencia parlamentaria propugna que las discotecas tengan un vigilante jurado

Otro de los focos de violencia investigados por la comisión parlamentaria fueron las discotecas y locales de copas, habituales caladeros de los violentos. La primera conclusión alcanzada por el ponente es que una de las formas para enfriar estas pulsiones agresivas radica en colocar un vigilante jurado en cada discoteca y bar nocturno. "Siempre que vayan sin arma es aumentar la seguridad de los jóvenes. Pueden tener un efecto disuasorio", indicó el delegado del Gobierno.Estrechamente relacionado con el mundo de la violencia juvenil figura la xenofobia, el racismo y las actitudes de marcado carácter anticonstitucional. Para este ramillete del odio, el ponente del PP plantea complementar las medidas antes citadas con la prohibición absoluta de la venta de artículos tanto de naturaleza agresiva como xenófoba, racista e inconstitucional. Y para no dejar ya ni rastro de este tipo de conductas añade la obligatoriedad de que los autores de pintadas que proclamen mensajes de ese cariz sean obligados a limpiarlas bajo la amenaza de una imponente multa.

Más abierto a la polémica resulta el análisis que efectúa la ponencia de los okupas y de la raíz social de la violencia. El escrito del diputado Sánchez Lázaro aúna este mundo al de los alborotos y las agrestes campañas que organizan ante los desalojos.

Desde esta perspectiva se destaca no sólo las molestias que ocasionan al vecindario, sino también los destrozos que ocasionan con motivo de la defensa de sus ideales.

Un paso más se da, siempre según fuentes conocedoras del informe, en el estudio de las causas de la violencia. En este apartado, junto a la reafirmación de la familia y la religión como principales pilares, se liga los procesos de separación y divorcio, sobre todo en núcleos modestos, con las actitudes violentas. Para evitarlo, la ponencia del diputado popular aconseja tanto el fomento del deporte en los colegios como que se impartan clases de tolerancia a cargo de organizaciones no gubernamentales.

Ante estas afirmaciones, el delegado del Gobierno matizó: "Bueno, es sólo un borrador. No se trata de fomentar la religión, sino la ética. No se trata de enseñar, sino también de educar en valores como la tolerancia y el rechazo al racismo y la xenofobia".

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