Sondika levanta el vuelo

La ampliación de la terminal de Sondika, diseñada por Santiago Calatrava, a principios de los 90 comienza a levantar vuelo a tenor del incremento de viajeros que se registra en los últimos años. El año pasado lo utilizaron 1.969.000 ciudadanos, mientras que Foronda y Hondarribia apenas sumaron 350.000. Con todo, el aeródromo vitoriano se ha convertido en uno de los centros principales del tráfico aéreo de mercancías en España, con un volumen de 31,5 millones de kilos. El aeropuerto guipuzcoano, limitado a los vuelos nacionales, mantiene una línea ascendente, aunque sus limitaciones geográficas son palpables. En noviembre del año pasado se instaló un sistema de radioguía para que los aviones puedan aterrizar y despegar de noche. Hasta entonces Hondarribia fue sólo un aeropuerto que funcionaba con luz solar. La nueva terminal de Sondika, pendiente de que se resuelvan los accesos desde el Corredor del Txorierri, no estará abierta al público hasta finales del próximo año. La nueva torre de control, con capacidad para realizar 12 operaciones de aterrizaje y despegue en horas punta, está construida desde hace dos años, pero no entrará en funcionamiento hasta final de año por problemas de estructura y retrasos burocráticos.