Vigilancia anti mimo

No duró ni cinco minutos. A Luis García Soutullo le expulsó ayer de la calle de El Carmen un policía municipal. Se acababa de subir en una banqueta disfrazado de estatua blanca. Con la cara pintada de blanco y cubierto con una sábana hasta los pies, hacía juegos de magia a los viandantes. Hasta que llegó el agente municipal."Vamos, vamos, señor. Venga, vamos, baje", le dijo el agente en tono sumamente amable y educado. "Está prohibido estar así en la vía pública", continuó el municipal. Un pequeño grupo de personas salió entonces en defensa del artista. "¿Por qué le echa? Es tan simpático", dijo una señora extranjera. "Está trabajando igual que tú", le gritó una jovencita al policía. "En todas partes hay mimos", opinó una mujer con acento suramericano.

La contestación del policía fue rotunda: "Las ordenanzas me obligan. Está prohibido ocupar la vía pública. En las aglomeraciones se da la sustracción de carteras. Y luego al que reclaman es a mí".

García Soutullo es el mimo que, hace un año, se quejó al Defensor del Pueblo cuando la policía le expulsó del mismo lugar que ayer. Previamente había solicitado un permiso en la Junta de Centro para actuar en la calle. A pesar de la negativa, él plantó su banqueta en la vía pública. "Me echaron diciendo que está prohibida la mendicidad", cuenta el artista.

Entonces acudió al Defensor del Pueblo, que emitió un informe en el que ampara el derecho de los mimos a trabajar en la calle. En su escrito dice esta institución que "los ciudadanos no precisan obtener ninguna clase de autorización administrativa para poder realizar una representación de mimo en la vía pública". También dice a las juntas que no apliquen la ordenanza de venta ambulante a los artistas que trabajen en la calle. "Se puede considerar una victoria moral. Veremos en qué queda", dice García Soutullo.

De momento, los responsables municipales no han hecho mucho caso al Defensor del Pueblo. En la comisión de Cultura del pasado día 21 se puso de manifiesto que no existe un criterio para resolver esta cuestión, tal y como explica el concejal socialista Rafael Simancas: "Gómez Angulo [concejal de Cultura] no ve la razón por la que haya que echarles de la calle. Isaac Ramos [concejal de San Blas] opinó que eran actividades mendicantes o delictivas y María Antonia Suárez [concejal de Centro] estaba de acuerdo en no aplicar la ordenanza de venta ambulante".

El grupo socialista opina que tiene que haber una ordenanza específica que regule este tipo de actividad. "Hay que normalizar las condiciones en que estas personas pueden trabajar en la calle", declara Simancas.