Carlos Checa deja el equipo de Sito Pons para irse a Yamaha

La mejor escudería que ha tenido nunca el motociclismo español se queda sin su mejor piloto. Estaba cantado que Carlos Checa no quería seguir junto a Sito Pons y la oferta que le propuso Yamaha era imposible de rechazar tanto económica como técnicamente. El noi de Sant Fruitós cambiará de mono y de máquina en 1999: correrá el Mundial de 500cc como número uno del equipo oficial de Yamaha.

Checa confirmó ayer, a través de un sencillo comunicado, lo que era un secreto a voces en los corrillos del Mundial de motociclismo: la próxima temporada no correrá en el equipo que dirige Sito Pons y en breve explicará los detalles del nuevo contrato que le liga con la escudería oficial Yamaha para aspirar al título mundial de 500cc a partir del próximo año.El divorcio, que estaba cantado desde que Checa recibió en julio la oferta de la marca japonesa, se produce por las diferencias en el plano económico que han mantenido el piloto y el propietario durante mucho tiempo, y también por la mejora técnica que le supondrá a Carlos el nuevo proyecto.

Checa, de 25 años, ha estado cuatro años en la escudería del antiguo bicampeón mundial, siempre con Honda, primero en 250cc y después en la categoría reina. Con Pons se ha convertido en uno de los mejores del mundo, pero se ha sentido siempre poco valorado. A pesar de ser uno de los pocos capaces de ganar carreras -su historial incluye dos triunfos-, Checa sigue siendo de los que menos cobra dentro de la élite.

El nuevo destino de Checa para 1999 es el equipo oficial de Yamaha, cuyos responsables han pensado en el piloto español como número uno. Ese cambio de status también ha influido en la decisión de Checa de abandonar Honda-Pons, pues su actual equipo no cuenta con el respaldo directo de una fábrica. La moto de 500cc de Yamaha, además, parece ser muy competitiva. "Sólo nos falta un piloto y hemos pensado en Checa", ha dicho el tricampeón mundial Wayne Rainey, que hasta final de temporada es el manager del equipo Yamaha.

Antes de partir ayer hacia Australia, donde este fin de semana se disputará la penúltima prueba de la temporada, Checa explicó que ha meditado "mucho esta decisión. Me ha costado mucho, pero hago lo que creo que es mejor para mi futuro. Tengo mucha ilusión en este nuevo reto". Carlos no tiene ninguna duda respecto a su recuperación física: "El accidente está olvidado".

Para el equipo de Sito Pons se abre ahora la incógnita respecto al futuro. Parece evidente que no continuará el estadounidense John Kocinski, que no ha respondido ni a sus exigencias ni a su salario, y cuyas condiciones especiales han sido uno de los detonantes de la marcha de Checa. Quedan, por tanto, dos vacantes, que Pons pretende cubrir con dos pilotos españoles. Sete Gibernau y José Luis Cardoso son los que más suenan.

Anulado el GP de Río

Por otra parte, la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) anunció ayer que el Gran Premio de Río de Janeiro, previsto para el 18 de octubre, queda cancelado al no haber sido homologado el estado del asfalto en el circuito de Jacarepagua. Esto significa que al Mundial le quedan sólo dos carreras y que Mick Doohan podría proclamarse campeón del mundo de 500cc si gana el Gran Premio de Australia de este domingo.