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El plazo de la adaptación Las familias adoptivas consideran que la ley de permiso de maternidad sólo tiene en cuenta a los hijos biológicos

La Associació en Defensa del Dret de la Infància a l"Adopció, con sede en Barcelona, inició recientemente una campaña para cambiar la legislación española sobre permisos de maternidad, alegando que los hijos adoptivos sufren una clara discriminación frente a los biológicos a la hora de disfrutar del cuidado de sus padres. La normativa vigente concede 16 semanas de baja maternal, que en el caso de los hijos adoptivos sólo afecta a los menores de nueve meses. Superada esa edad, el permiso se reduce a seis semanas y si el niño o niña tiene más de cinco años, sus nuevos padres no tienen derecho a disfrutar un solo día de permiso por maternidad. La citada asociación, que forma parte de una de las ocho Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional (ECAI) acreditadas por la Generalitat Valenciana, recuerda que hoy en día son "poquísimos" los niños que se adoptan con menos de nueve meses, y agrega que "un niño grande, sobre todo si procede de otro país con un idioma, otras costumbres y un pasado difícil, necesitará tanto o más que un bebé un periodo mínimo y razonable de adaptación y de tiempo con sus padres". De ahí que los promotores de la campaña, a la que se sumó la Federación Española de Entidades en Defensa de la Adopción, consideren "urgente que los legisladores terminen, de una vez por todas, como ya se ha hecho en otros países, con esta discriminación claramente lesiva frente a los derechos del menor". Alejandro Barona, director general de Familia y Adopciones (dependiente de la Consejería de Bienestar Social), se muestra "totalmente por la labor de equiparar la maternidad biológica con la adoptiva" e incluso sugiere la necesidad de dar permisos retribuidos a las personas que tienen que viajar a otros países para recoger a sus hijos. Una situación en la que se encuentran hoy, por ejemplo, dos familias valencianas que acudieron a la Fundación ADDIA para que tramitase sus procesos de adopción, y llevan cerca de un mes en Bolivia, adaptándose a sus nuevos hijos. R. T. M. es una mujer valenciana de 41 años que vivió junto a su marido un largo periplo por diversos hospitales para quedarse embarazada. Descartada esa posibilidad, el matrimonio se inclinó inicialmente por la adopción nacional, pero la "tremenda" lista de espera (entre 4 y 5 años) les hizo optar finalmente por la internacional, a través de una ECAI. Mientras espera noticias de los dos niños que solicitó, ya se está planteando solicitar dos meses de permiso sin sueldo para que se adapten a su nueva madre: "Cuando vuelva con ellos de Bolivia no puedo dejar las maletas, reincorporarme al trabajo y que se sientan abandonados otra vez". En su caso, todo apunta a que serán menores de cuatro años, lo que significa que dispondrá de un mes y medio de baja para su cuidado. Pero salvo que consuma su mes de vacaciones durante su estancia en Bolivia, apenas tendrá tiempo para atenderlos, si no pide un permiso sin sueldo. Un caso curioso es el de la diputada socialista Lourdes Alonso, madre adoptiva desde hace unos meses y cuya pareja fue la primera persona que pidió una baja por paternidad adoptiva en la Administración. Alonso considera que "hay que poner al día" la ley de permisos de maternidad, "porque cuanto mayor es el niño, más difícil es el periodo de adaptación a su nueva familia". Tanto la diputada socialista como la mujer citada con anterioridad, aprovechan la ocasión para lanzar dos mensajes de distinta índole: R. T. M. advierte a las personas que se estén planteando una adopción en el extranjero "que lo hagan por la vía legaly no entren en el juego de organizaciones mafiosas ni intermediarios particulares que sólo persiguen sacar dinero a costa de los niños". Alonso, optimista, añade que el fenómeno de la adopción está en auge, lo que dibuja un futuro no muy lejano de familias multirraciales, "y ello implicará una sociedad más rica y tolerante". Consciente de la creciente demanda de adopciones en la Comunidad Valenciana, Alejandro Barona agrega que los dos momentos más duros del proceso son el encuentro con el niño y la revelación de su origen. Para afrontar el primer contacto recomienda asistir a un curso de preparación, y para lo segundo, elegir bien el momento, en función de la edad y la inteligencia del niño, además de informarse bien sobre las condiciones socio-políticas de su país de origen. Como está haciendo R. T. M., que espera viajar en diciembre a Santa Cruz, y ya se está poniendo al día: "Temo que un día quieran buscar sus raíces y acaben llamando a Paco Lobatón", bromea, tras asegurar que ella prefiere decir la verdad y explicarles, cuando sean algo mayores, de dónde vienen y por qué fueron adoptados. Para que un niño pueda ser adoptado -por un matrimonio, una pareja de hecho o incluso una persona sola-, tiene que darse uno de estos supuestos: que sus padres lo hayan consentido, que se trate de un huérfano o que los padres estén privados de la patria potestad. El Convenio de la Haya, ratificado por España en 1995, dice que todos los niños/as tienen derecho a crecer en una familia, así como conservar los vínculos con su grupo de origen y sólo cuando esto no sea posible, la adopción por extranjeros se considera un beneficio. La legislación nacional reconoce sólo la adopción plena e irrevocable, que supone la ruptura de vínculos entre la familia biológica del menor y éste. El Decreto 168/96 del Gobierno valenciano regula el funcionamiento de las entidades de mediación, que tienen un representante en el país elegido por los adoptantes y cuya intervención es obligatoria en países como India, Rumanía, Perú o China. Según los datos de que dispone la Consejería de Bienestar Social, sólo en el primer semestre de 1998 ya se habían presentado 324 solicitudes de adopción internacional en la Comunidad Valenciana; una cifra sorprendente comparada con las 582 solicitudes presentadas durante todo el año 1997. Entre enero y junio de este año se constituyeron 55 adopciones, 33 de ellas a través de una ECAI. De las solicitudes consideradas idóneas, 147 se tramitaron con Rumanía, 38 con Colombia, 30 con Rusia, 24 con China, 18 con México, y el resto con otros países. Algunos países como Costa Rica y Honduras no permiten la adopción plena a los solteros.

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