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Entrevista:

"Madrid no es la tierra prometida y, encima, corren malos tiempos"

Allá por 1980, Pedro Gómez Andrea asombraba a sus profesores de dibujo como un geniecillo en ciernes de la pintura. Hasta que un buen día sucedió lo que nadie habría osado imaginar: aquel niño culto y modélico decidió arrinconar pinceles y caballetes para empuñar una guitarra eléctrica. Sus padres se llevaron las manos a la cabeza. "Cada noche me escondían la guitarra en el armario. A ellos les habría encantado que yo fuera empresario, o algo así, y lo comprendo", recuerda este madrileño que ahora tiene 31 años y una magnífica carrera como guitarrista en las giras de Miguel Bosé, Rosana, Cómplices, Sergio Dalma o Luz. Transformado en Pedro Andrea a efectos artísticos, aquel niño prodigio acaba de ver publicado Transparente, su primer álbum en solitario, un derroche de melodías inspiradas y vertiginosas.Pregunta. Después de diez años con otros artistas, ¿creyó llegado llegado el momento de dar la cara?

Respuesta. Digamos que sentí un creciente deseo de ser libre y embarcarme en una carrera propia. De hecho, iba a titular el disco Autorretrato, y sólo di marcha atrás al caer en la cuenta de que Dylan ya tenía un disco con ese nombre.

P. El músico de sesión, ¿es una especie de instrumentista a la carta?

R. La música sólo son doce notas, pero eso no significa que pueda hacerlo todo. Sí que me han dicho en alguna ocasión cosas como "toca ese solo a lo Clapton", pero no soy nada versátil, no me siento cómodo copiando.

P. Desde que empezó a grabar Transparente hasta que ha visto la luz han transcurrido tres años. ¿Cambiaría ahora alguna cosa?

R. Seguro que sí, porque soy muy crítico conmigo mismo, incluso un poco autodestructivo. Pero entiendo que no se puede caer en la complacencia. Paco de Lucía siempre dice que nunca se llevaría un disco suyo a una isla desierta, y se trata del único artista vivo que considero a la altura de Miguel Ángel.

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P. ¿Le gusta que le tomen por un virtuoso?

R. Soy amigo del arte, no del malabarismo. Con todo, mi perfeccionismo me vuelve a veces un poco maniático. Los 54 segundos del tema Sin respiro los grabé 99 veces. Por esas y otras cosas, a mi ingeniero de grabación, Roberto Ruiz, le debo gratitud eterna.

P. ¿Es Madrid una buena ciudad para hacer carrera musical?

R. Madrid ofrece oportunidades porque desde aquí se mueven muchos negocios, pero no es la tierra prometida que muchos pensaron. Y encima corren malos tiempos: los ayuntamientos ya no se involucran, el público estaba mal acostumbrado a no pagar por ir a conciertos y quienes antes sumaban 60 galas ahora apenas llegan a las diez. Esto dejó de ser Jauja en cuanto acabaron los fastos del 92.

Transparente está editado en No More Discos / Alía.

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