El PSOE propone acercar a los presos etarras como gesto de distensión
El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, advirtió ayer al presidente del Gobierno, José María Aznar, que los socialistas se oponen a permanecer de brazos cruzados hasta después de las elecciones vascas, porque los demás -es decir, los nacionalistas- "seguirán moviéndose". Además, el secretario general socialista alertó a Aznar del riesgo de mezclar la salida de la violencia con un debate sobre la estructura de España y le reclamó que "pida explicaciones" sobre la Declaración de Barcelona y la de Lizarra a CiU y PNV, sus socios parlamentarios en Madrid, ya que contradicen los pactos de Ajuria Enea.
La primera reunión del presidente del Gobierno, José María Aznar, con el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, tras siete meses de distanciamiento fue "correcta" y abrió la puerta a que ambos políticos mantengan una relación fluida en todo lo concerniente al alto el fuego incondicional anunciado por ETA.El jefe del Ejecutivo no adelantó a su interlocutor aspectos fundamentales de lo que va a ser la estrategia gubernamental en esta materia. Almunia, que ofreció una rueda de prensa por la tarde en la sede del PSOE, fue más explícito y transmitió al presidente todo lo que piensa sobre este trascendental asunto. No eludió reprocharle que desde hace tiempo su partido venía anunciando lo que se avecinaba. "No había una respuesta preparada pero ya no valen lamentaciones, sino coger las riendas y explorar las posibilidades para que la tregua se convierta en paz definitiva", dijo el dirigente socialista.
¿Qué hacer a partir de ahora? Cualquier cosa menos quedarse quietos. Los socialistas no comparten con el Gobierno la tesis de que hasta pasadas las elecciones vascas del 25 de octubre no hay que mover ficha. "Le he dicho al presidente que no vamos a permitir que otros tengan la iniciativa para aprovecharla de forma partidista: si el Gobierno no toma iniciativas, la tomaremos nosotros". Almunia citó una que dijo no haber comentado con Aznar: "De forma unilateral se puede y se debe utilizar la política penitenciaria como forma de distensión". El PSOE es favorable, por tanto, a iniciar el acercamiento de los presos al País Vasco.
La misma opinión y basada en los mismo argumentos -"no dejar toda la iniciativa a los nacionalistas"- fue expuesta por el secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros, que pronunció anoche una conferencia en Madrid sobre Las claves políticas en Euskadi. Según Redondo Terreros, ahora "existe la oportunidad de llegar a un consenso" sobre ese tema. Y ofreció su colaboración al Gobierno para que encabece una iniciativa sobre el acercamiento y la reinserción de los presos de ETA en la que participen todos los partidos democráticos, informa Juan Miguel Muñoz.
A juicio del candidato a lehendakari por el PSE-EE, se está ante la ocasión de diseñar una política penitenciaria "inteligente, eficaz, armónica y no conflictiva". Redondo Terreros resaltó que esa política, pactada entonces con el PNV, es la que mantuvo el anterior Gobierno socialista y que el PP "destrozó" cuando llegó al poder.
Pero además, al PSOE le preocupa que al socaire de la tregua de ETA los nacionalistas fuercen un debate sobre la estructura del Estado, con planteamientos de cambios constitucionales y estatutarios, y apelaciones al derecho de autodeterminación. "Hay que separar la violencia de la política. No se puede hablar de cuestiones autonómicas con la amenaza de las armas", dijo Almunia.
Aznar escuchó de Almunia, según fuentes socialistas, el enfado del PSOE por la Declaración de Barcelona del pasado mes de julio y la Declaración de Lizarra, del pasado día 12. Las dos primeras reúnen a CiU, PNV y BNG, y la segunda está firmada por los partidos nacionalistas vascos, incluida HB, e IU. Para los socialistas, ambos documentos desbordan la Constitución y los estatutos de autonomía. Almunia sugirió a Aznar que "pida explicaciones" a dichos partidos por tomar estas iniciativas al margen de las fuerzas políticas nacionales, ya que juntos han recorrido 20 años de travesía democrática. "No sé qué hace CiU mezclándose con quienes están haciendo fácil la tarea de los que no condenan la violencia. Deseo que CiU se separe de esas operaciones", dijo Almunia.
Felipe González visitó al secretario general en su despacho para conocer de primera mano el resultado de la entrevista.
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