El Madrid sufre ante el colista

Si Herreros no engatilla a todo trapo, el Real Madrid sufre. Lo hizo ayer en Girona ante uno de los colistas que continúa sin ganar un solo partido y añorando su tripleta de extranjeros del año pasado. Es la clave para uno de los equipos más justitos de la categoría. Y esta temporada se ha metido en harina con un pívot estadounidense de lo más verde que se ha visto en los últimos tiempos. Se llama Goodrich y fue toda una bicoca para el belga Struelens. Los otros dos extranjeros, Abrams y Stewart, no pasan de lo correcto. Pero ni así pudo el Madrid poner tierra de por medio y jugar con la tranquilidad que se merecía el partido incurriendo en una sucesión de pérdidas de posesión impropias de un equipo de su nivel.Todo empezó a irle mal al Real Madrid cuando Herreros se hizo invisible para sus compañeros por el pegajoso marcaje al que le sometió Solana. Si Herreros no pesa lo habitual en el colectivo madridista su entramado lo acusa hasta límites insospechados. Pierde balones, pierde el norte y sufre. El Girona acertó a utilizar una defensa muy presionante y pese a que tampoco supo cómo acometer la defensa en zona a la recurrió Clifford Luyk mediada la primera parte, se mantuvo durante casi todo a un paso de la gesta, incluso a lomos del Madrid (27-23) y hasta reaccionó cuando peor lo tuvo (de un 44-52 a un empate a 59) gracias a que Rafa Jofresa asumió la responsabilidad en los peores momentos. Angulo y los triples le permitieron dar al Madrid el tirón final y sumar su cuarto triunfo. Pero tuvo muchas lagunas para extraer lecciones de cara al futuro.