_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Túnel del Cadí, ida y vuelta sin tarjeta

El túnel del Cadí es de peaje. Hasta ahí, poca novedad. Un peaje cuya discusión no está en juego, salvo en su cantidad, especialmente para los residentes en la Cerdanya que creen que salir de su comarca les resulta demasiado caro. La empresa, prácticamente nacionalizada por el Gobierno de la Generalitat (arrojaba pérdidas) fue sensible a algunas de las peticiones y presentó una serie de ofertas que hacen que utilizar la infraestructura resulte más barato. Una de esas ofertas es el tique de ida y vuelta. Quien opte por él logra que el viaje en ambos sentidos le salga con un descuento del 10%. Menos es nada. Dos lectores han llamado a esta sección, con algunas semanas de diferencia, para explicar un pero a la rebaja. La compañía no permite que este servicio sea pagado con tarjeta de crédito. El motivo es, afirma un portavoz de la empresa, que la tarjeta supone un coste para la compañía, que ya hace un esfuerzo económico reduciendo el precio. Además, añade, los letreros explicativos al respecto son muy claros y están situado antes de llegar el peaje. Los lectores aducen que, en cualquier tienda, se puede pagar con tarjeta de crédito y que el propio Gobierno catalán ha difundido la idea de que las rebajas también tienen que poder ser pagadas con dinero de plástico. Resulta paradójico, añaden, que en casa del herrero haya cuchillo de palo y que una concesionaria participada por el propio Gobierno de forma mayoritaria no aplique la norma que se propugna para una tienda de ropa. Los empleados de la empresa explican más que el portavoz. La máquina que expende el tique es la misma que lee la tarjeta de crédito, de forma que no puede expenderlo si la ranura está ocupada por el pago. Está previsto poner máquinas más eficientes, pero de momento eso es lo que hay; y lo que hay, añaden, provoca de vez en cuando algún disgusto. Siempre hay un conductor irascible que se empeña en suponer que la medida es un capricho del trabajador que le cobra y descarga en él sus malos humores. Otro caso es el de quien, por lo que sea, no lleva dinero en efectivo, fiándose en el mágico plástico. El portavoz sugiere que, en este caso, se puede pagar sólo un trayecto. Los empleados explican que se hace un recibo de compromiso de pago para otro día y que, hasta ahora, este compromiso ha sido mayoritariamente cumplido. La buena voluntad triunfa sobre la imprevisión. Como tantas veces.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_