PSOE e IU demoran su entrevista por diferencias sobre cómo iniciar el diálogo

PSOE e Izquierda Unida dicen que quieren hablar, pero antes deben ponerse de acuerdo en el cómo, el cuándo, el qué y en el para qué. Y hasta en esas cuestiones hay discrepancias. El diálogo pendiente entre las dos formaciones de izquierda, cuyas relaciones están marcadas por la desconfianza mutua, se va a demorar hasta que no se consiga "el mejor escenario posible". IU, mientras tanto, tiene previsto celebrar la semana que viene una entrevista de su coordinador regional, Antonio Romero, con el ministro de Trabajo y presidente del PP andaluz, Javier Arenas.

El nuevo encuentro de Romero con el jefe de los populares andaluces, para abordar cuestiones del antiguo PER y políticas de empleo, no va ayudar a que las delegaciones del PSOE e IU se sienten antes en una mesa de diálogo. Más bien, al contrario, opinan en el PSOE. Los socialistas han propuesto a IU acuerdos parlamentarios sobre asuntos sociales y autonómicos (censo, deuda histórica, financiación) para, entre otras razones, subrayar la distancia con los planteamientos del Partido Popular. Los socialistas piensan que una foto Romero-Arenas desvirtuaría esta intención . El responsable de Política Institucional de IU, Diego Valderas, cree, por el contrario, que la entrevista "no tiene por qué suscitar problemas" con el PSOE y afirmó que la cita al ministro fue pedida el pasado mes de julio para tratar asuntos relacionados con el antiguo Plan de Empleo Rural y de políticas activas de empleo, cuyas transferencias reclama el Gobierno andaluz. Valderas afirmó que hasta que no se produzca "el mejor escenario posible" no se va a convocar la reunión y pidió "seriedad y rigor" en las conversaciones. "No hay límites de temas ni por arriba ni por abajo y cualquier diálogo tiene que tener su reflejo presupuestario en aquellas materias en los que nos pongamos de acuerdo", afirmó. Valderas cree que no están las puertas cerradas a si las coincidencias se recogen antes o después de que el Presupuesto de la Junta de Andalucía entre en el Parlamento. Una de las discrepancias básicas entre los dos partidos reside precisamente en la pretensión de Izquierda Unida de hablar de presupuestos, a lo que el PSOE no está dispuesto por el pacto de coalición que mantiene con los andalucistas. Los socialistas, además, acotaron su oferta de diálogo al ámbito parlamentario y sobre asuntos sociales y autonómicos. Este será uno de los escollos que deberán solventar para que el diálogo no sea desde el primer momento un fracaso, como ha pasado en ocasiones anteriores. Los socialistas repiten la tesis de sus secretario general, Manuel Chaves, que para que el diálogo resulte creíble es necesario, sin tener que renunciar a sus posiciones, rebajar la dureza de la crítica política, no sólo para no provocar frustración entre el electorado de izquierdas, sino también para evitar el fuerte rechazo de los cuadros y militantes del PSOE al diálogo con IU ante declaraciones que consideran injustas.