Para amantes del arte del caballo
Un dibujo, sin duda hecho por un niño, preside la puerta de acceso a las cuadras de los ponis, cada cual con su nombre, Chocolate, Punki, Atos..., en letras de diferentes colores. Fue lo que más gustó a los pequeños, y a buen seguro que el poni-club creará afición y servirá de cantera de jinetes. Considerada como una de las cuatro mejores instalaciones de Europa, el delegado provincial de Trabajo de la Junta de Andalucía, Jacinto Mena, inauguró ayer en Estepona (Málaga) la Escuela de Arte Ecuestre de la Costa del Sol, donde la iniciativa privada ha convertido, por mil millones de pesetas, en un vergel lo que hace dos años era terreno baldío y seco. La empresa propietaria, Acuazahara, se propone fomentar la práctica del deporte hípico en la Comunidad Andaluza, donde hay censados más de 118.000 caballos. La próxima inauguración, en junio de 1999, del hipódromo de Mijas convertirá a la Costa del Sol en un importante punto de referencia por la infraestructura que complementará a los Juegos Ecuestres Mundiales del 2002, que se celebrarán en Jerez. La Escuela de Arte Ecuestre, que ha creado 50 empleos directos y 100 indirectos, recupera oficios perdidos, como la guarnicionería, referida a los aparejos de los caballos. Los talleres de herradores, guarnicioneros y mozos de cuadras revitalizan estas viejas profesiones artesanales utilizando técnicas de hoy, mediante un centro de formación que conserva las tradiciones y procura a los aprendices una salida laboral. Los hermanos Peralta se encargaron de amenizar la inauguración de ayer, ante un millar de personas, con el espectáculo ecuestre Andalucía a caballo, en el picadero cubierto de Acuazahara. Entre los asistentes se encontraban el jeque árabe Mohamed Ashmawi y el compositor Felipe Campuzano. En el centro se desarrollarán espectáculos de la propia escuela, competiciones autonómicas, nacionales e internacionales. Hasta el domingo se celebrará un concurso de jóvenes jinetes, dotado con cerca de dos millones de pesetas, en el que intervienen 42 participantes de siete países, llamados a ser las figuras del olimpismo europeo, según la organización. La participación de los jinetes fue determinada por la puntuación obtenida en las pruebas celebradas en sus países, que les dieron opción a participar en el concurso del premio Botte D"or. La Escuela de Arte Ecuestre puede albergar en sus cuadras un total de 150 caballos, en unas instalaciones que cuentan con bebederos automáticos y cierres especiales de seguridad. Un control veterinario previo mantiene en una zona aislada a cada animal hasta comprobar su estado de salud. Pero no sólo hay concursos o clases. El centro ofrece excursiones a caballo, que se esmeran en preservar el medio ambiente y aumentar la práctica de este deporte en grupo. A ello se añaden las clases de equitación, los servicios de pupilaje, el desbravado y doma y el asesoramiento ganadero. El presidente de la escuela, Thomas Schmutzer, pidió ayer el apoyo futuro de las distintas administraciones al nuevo centro, que espera convertir en "orgullo y bandera de la Costa del Sol". Schmutzer indicó que algunos países, como Inglaterra o Alemania, han demostrado que la formación profesional en el sector del caballo es "altamente beneficiosa para este deporte". La experiencia de estos países, agregó, "ayudará a promover la industria caballar y ponerla en el lugar que le corresponde".
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