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Gurrutxaga dice que la Declaración de Estella es copia literal del modelo irlandés

El periodista Iñigo Gurrutxaga y el escritor Jon Juaristi manifestaron ayer sus discrepancias de fondo sobre el alcance político de los Acuerdos de Stormont y de la Declaración de Estella en los procesos de pacificación irlandés y vasco durante la presentación del libro El modelo irlandés, que ha escrito el primero. El autor de El bucle melancólico expresó su deseo de que el acuerdo de Estella se quede en "agua de borrajas", mientras que Gurrutxaga subrayó que imita el modelo que ha conducido al cese de la violencia en Irlanda.

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"Deseable, pero imposible"

Juaristi, que intervino junto al también escritor y periodista Valentín Puig en la presentación del ensayo celebrada en la librería donostiarra Lagun, elogió la obra, que "no es nada maniquea", pero expresó su disconformidad con las "afinidades" que Gurrutxaga plantea entre el conflicto irlandés y el vasco. Éste sostuvo que el acuerdo de Estella es una "copia literal" del modelo aplicado por John Hume, líder del Partido Socialdemócrata Laborista Irlandés, cuando "desde el nacionalismo moderado desarrolló un diálogo intenso con el nacionalismo radical para establecer las pautas de lo que podrían hacer juntos en política, de forma que hiciera innecesaria la violencia". El autor de El linaje de Aitor argumentó, por el contrario, que no cree en la eficacia de los Acuerdos de Stormont, porque "las soluciones frentistas sólo han dado resultado a los nacionalistas". "Los acuerdos se mantendrán mientras persista la desunión entre los unionistas. A medio plazo, esta situación creará reticencias y resentimientos en el unionismo, cuya comunidad ha sido puenteada en Stormont", agregó. Gurrutxaga, que es corresponsal del Grupo Correo en Londres, comentó que procesos como el abierto tras los Acuerdos de Stormont representan un punto de inflexión en las "inercias históricas" que asolaban el conflicto irlandés, aunque admitió que el proceso comprende una "perversión", dado que "utiliza la fuerza de la organización oculta (IRA) para fomentar la viabilidad del programa nacionalista". Con todo, puntualizó que la resultante ha sido el fin de la violencia y, sobre todo que, "lejos de producirse una polarización paulatina de la sociedad en dos frentes, la misma desaparición de la guerra ha disuelto de forma progresiva las afinidades tan firmes que dan consistencia a los frentes". Juaristi y Gurrutxaga también mostraron sus diferencias en la interpretación del nuevo escenario político que consagra la declaración de Estella. El profesor de la UPV no ocultó su absoluta desconfianza en las posibilidades que puede abrir el documento suscrito entre los partidos nacionalistas e IU, ya que "una opción frentista de los nacionalistas en el País Vasco no va a llevar a ETA a entregar las armas, puesto que se perpetuará con un terrorismo latente para garantizar la hegemonía del nacionalismo". Desde este perspectiva, Juaristi sostuvo que ETA se ha convertido en una organización terrorista que desde los años 70 "se refundó para no negociar jamás, configurándose como el guardián del nacionalismo vasco". "ETA cumple hoy la función de que el nacionalismo tenga una sobrerrepresentación en el País Vasco", aseguró. El escritor y ensayista lamentó además que el acuerdo de Estella no haga "un especial énfasis en el reconocimiento de lo que une a los vascos con sus vecinos, sino que subraya el aspecto más nacionalista". En su opinión, "está bastante claro" que en el nacionalismo vasco padece el "síndrome de Stormont". Por el contrario, el periodista donostierra sostuvo que si es posible resolver un problema tan complejo como el de Irlanda del Norte, "el escepticismo un poco tabernario que observo en España respecto al conflicto vasco es falso". "Se pueden hacer cosas para que se acabe el conflicto, sobre todo porque creo que ya no hay apetito para la guerra", señaló Gurrutxaga. A su juicio, el documento de Estella "ofrece abrigo al movimiento abertzale, de la misma forma que John Hume lo hizo con el Sinn Fein para incorporarlo a la política". Con todo, precisó que este es sólo "un preámbulo". "El proceso de paz viene después, cuando se inicia un diálogo entre los partidos políticos principales, que aquí serían el PNV, EA, PSOE y PP, y en el que cabe esperar que se pueda integrar HB", indicó el autor del ensayo.

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