Duran insta a Pujol a llegar a un acuerdo que cierre la crisis de CiU antes del sábado

El líder de Unió, Josep Antoni Duran, emplazó ayer desde La Habana a su aliado Jordi Pujol, presidente de Convergència y máximo dirigente de CiU, a llegar a un acuerdo antes del sábado para "cerrar definitivamente" el debate sobre el lugar que el líder de Unió debe ocupar en la lista electoral autonómica de la coalición. Duran reiteró que considera inaceptable que el precio de ir en el segundo lugar de la lista sea una "hipoteca" sobre el futuro de Unió. Pujol respondió descartando toda posibilidad de ruptura con su socio, a quien pidió discreción para arreglar el problema.

"Unió quiere cerrar definitivamente este debate y este diálogo con Convergència Democràtica. Creemos que, de perdurar este debate público, podría producirse un daño a la coalición, y nosotros vamos a concluirlo sin duda el próximo sábado en el consejo nacional", dijo Duran, quien se encuentra de visita en La Habana en condición de vicepresidente de la Internacional Democristiana y de responsable de las relaciones de este organismo con Cuba. Duran se mostró conciliador con su socio y repitió en varias ocasiones que "todavía hay perspectivas de acuerdo". Partiendo de la base de que no está dispuesto a hipotecar su futuro político a cambio de ser el número dos de Pujol en la lista electoral, Duran se mostró favorable a discutir todos los temas y a llegar a un pacto con Pujol para zanjar la crisis. "Está claro que la coalición debe seguir, sería una absurda tontería y una gravísima irresponsabilidad que alguna de las partes provocara la ruptura", dijo. Y enfatizó: "Unió no opta en ningún caso por la ruptura. La fusión no nos parece la mejor propuesta, pero estamos abiertos a dialogar sobre ella". Pujol, por su parte, trató de tranquilizar anoche desde Barcelona a los electores nacionalistas ante el pulso que mantienen los dos partidos coligados en CiU. En una entrevista con la emisora local Barcelona Televisió, Pujol dijo que no quería echar "más leña al fuego" y aseguró que nadie se plantea una posible ruptura de la coalición. "Esto está fuera de toda duda", dijo; y apostilló: "Que todos estén tranquilos, que esto [CiU] seguirá". Pujol reconoció la existencia de "problemas" entre CDC y UDC, pero aseguró que esos obstáculos serán salvados, matizó, "más hablando entre nosotros que no a través de la prensa". Duran se entrevistó ayer en La Habana con el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Roberto Robaina, así como con funcionarios del Partido Comunista y el Presidente del Parlamento Cubano, Ricardo Alarcón. Mañana, probablemente, cenará con el presidente cubano, Fidel Castro, con quien ya se reunió en 1996 durante su primer viaje a la isla. "Estoy interesado especialmente en observar la realidad de la Iglesia cubana después del viaje del Papa", indicó Duran. En su opinión, la visita del Pontífice abrió nuevos espacios religiosos en la isla y consiguió más libertad para la Iglesia, y eso, dijo, "es positivo". Durante su estancia en Cuba el líder de Unió se entrevistará también con el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, así como con otros altos dignatarios de la Iglesia católica y, posiblemente, con opositores de ideología democristiana, como Osvaldo Paya. Duran aseguró que, en caso de que intercediese en favor de la libertad de presos políticos, lo ocultaría a la prensa para no hipotecar el resultado de dichas gestiones.