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X BIENAL DE ARTE FLAMENCO

El baile de Barón, un baño de euforia

Margot Molina

El público salió eufórico del estreno del bailaor y coreógrafo Javier Barón. ¡Sólo por arte!, el espectáculo que ha creado para la Bienal de Arte Flamenco y que se representó la noche del pasado lunes en el teatro Lope de Vega de Sevilla, resarció a los aficionados. Muchos respiraron aliviados, después de pasar "malos ratos" las dos veladas anteriores. Javier Barón quería bailar flamenco, sin más, y a juzgar por los aplausos que recibió, lo consiguió. El público premió el esfuerzo del artista sevillano y de sus colaboradores con el aplauso más largo y caluroso de cuantos se han oído en lo que va de Bienal. La compañía lo agradeció con la repetición del final del espectáculo. El bailaor de Alcalá de Guadaira subió al escenario junto a la bailaora Isabel Bayón, que conquistó al público con sus tangos, el grupo onubense Los Activos y José Antonio, uno de sus maestros y actual director de la Compañía Andaluza de Danza. "¡Sólo por arte! no tiene un guión, lo que pretende es despertar sentimientos. He reflejado mis vivencias en el baile, desde que era pequeño hasta ahora", dice Javier Barón para intentar explicar su espectáculo. Efectivamente, el aluvión de sentimientos llegó al público siguiendo un cierto orden cronológico. El primero que apareció en escena fue un niño, Juan Diego Valencia, quien encarnaba al mismo Barón. Pero, a pesar de las referencias autobiográficas, el montaje fue una sucesión de coreografías que, según los asistentes, se engarzaron con "soltura y naturalidad". Hasta en la escenografía, firmada por José Helguera, aparecía parte de la vida de Barón. Se trata de una especie de telón de fondo formado por cuadrados iluminados y botas de baile, entre ellas el primer par que Javier Barón usó en su carrera. "Este montaje no tiene nada que ver con mis trabajos anteriores como El pájaro negro, aquí hay sólo flamenco", explica el coreógrafo que, desde hace un año, tiene su propia compañía que también intervino en su nueva producción. La Compañía de Javier Barón ha realizado cerca de 40 funciones de su espectáculo El pájaro negro en España y, el mes próximo, saldrá de gira por Europa. Un dúo irresistible Uno de los momentos más emotivos del espectáculo fue la soleá por bulerías que Barón bailó junto a José Antonio. "Me duelen las manos de tanto aplaudir", decía contento un joven bailaor que estaba entre el público. "Aprendo de todo con él, siempre será uno de mis maestros", explica Javier Barón al referirse a José Antonio. "Todo en sus justa medida" o "un baile contenido y sereno" eran algunos de los comentarios que los aficionados hicieron al salir. Las intervenciones de Isabel Bayón, artista invitada, hicieron las delicias del público. Las sevillana, que está en los escenarios desde los 5 años y ahora tiene 29, demostró como se baila con todo el cuerpo, usando los hombros y las caderas algo poco habitual en el flamenco.

"El sitar es más flamenco que la guitarra"

Gualberto García (Sevilla, 1945), guitarrista y compositor, se pasó del rock al flamenco. Este artista, a quien por su nombre siempre confunden con un extranjero, nació en Triana y su afición por los instrumentos de cuerda orientales, como el sitar o el sarod, le ha llevado a buscar nuevos caminos para expresar el "pellizco" del flamenco. Gualberto estrenará esta noche Mil formas de sentir Triana en el teatro Central, dentro de la Bienal de Arte Flamenco. El músico ha compuesto todo lo que sonará en su espectáculo en el que colabora el grupo Caravasar, el cantaor Jesús Heredia y la violinista Maili García, su hija. Pregunta. ¿Se puede tocar flamenco con el sitar? Respuesta. Aunque no lo parezca, el sitar se acerca más a la melodía de la voz que la guitarra. El sitar es más flamenco que la guitarra. P. ¿Llamarse Gualberto le ha influido de alguna forma en su carrera? R. Creo que si. Es un nombre raro. La verdad es que te da cierta personalidad desde pequeño. Cuando he participado en recitales, algún artista flamenco ha venido a decirme "¿Cómo siendo extranjero haces tan buen flamenco?". Yo siempre les contesto que soy de Triana y es verdad, pero no se lo creen. P. En la era de las mezclas, usted suele ir por libre, ¿por qué? R. Yo no soy un flamenco de tablaos, sino más bien de teatros. Si se trata de un festival casi siempre me colocan en el apartado de nuevas músicas. Eso siempre me ha separado de otros artistas más ortodoxos. Mi música es muy flamenca, pero la interpreto con instrumentos poco usuales. P. ¿Es el espectáculo que estrenará esta noche innovador dentro del género? R. Lo innovador está en que ponemos frente a frente a la lírica y el flamenco. He escrito una seguiriya para soprano que cantará mi hija Maili. Primero las hará el cantaor Jesús Heredia y luego ella, pero habrá un momento en que ambos se contestarán, como si fuera una fuga. P. Parece que en esta edición de la Bienal el baile lleva la delantera en cuanto a renovación. R. En el baile se investiga mucho, pero en la guitarra ya lo llevan haciendo muchos años Paco de Lucía y ahora Vicente Amigo o Rafael Riqueni, entre otros. P. ¿Persigue con su trabajo ampliar las fronteras del flamenco? R. Yo no trato de hacer nada nuevo. Sigo mi trayectoria porque yo soy así. Cuando oigo flamenco pongo a Mairena, Camarón o a Perrate de Utrera.

Un doblete con tintes renovadores

La Compañía de María Pagés, que estrenó ayer, repite con su innovador espectáculo de baile flamenco en el que participan los bailaores y coreógrafos Fernando Romero y Manolo Marín. Además, el teatro Central se incorporará esta noche con Mil formas de sentir Triana, un nuevo montaje de Gualberto en el que colaboran el grupo de música antigua Caravasar y el violonchelista José Pipió. Ésta es una de las pocas ocasiones en la que el público tendrá que elegir porque ambas funciones son a la misma hora.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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