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ESCENARIOS

La Fura dels Baus busca el teatro del futuro con un clásico cocinado con tecnología

Ana Alfageme

La Fura dels Baus ha decidido cómo será el teatro del siglo XXI y lo va a mostrar en Madrid a partir del jueves. Lo hará poniendo a hablar a los actores y colocando al público en un teatro común y corriente, no en una nave vacía. El sello furero está garantizado, pero en su versión tecnológica. Con un pinchadiscos en el escenario, videocámaras retransmitiendo en directo y proyecciones en una pantalla gigante que resulta ser un personaje más, composiciones musicales enviadas democráticamente a través de Internet y una ambición escénica fuera de toda duda. El protagonista del experimento futurista es todo un clásico: el Fausto de Goethe, que pasa a ser F@usto versión 3.0.

Que la compañía catalana La Fura dels Baus conciba un montaje en el que los espectadores se sienten en una butaca y en el que los actores hablen no significa que a éstos los haya bajado de los andamios, les exima de comportarse como atletas y les libre de los habituales cachivaches fureros de aire inquisitorial. Todo lo contrario.En F@usto versión 3.0, los ocho actores han de declamar todos los avatares de la historia del sabio que negoció con el espíritu del mal -o con su otro yo, el emocional, el instintivo- y, además, trepar por las columnas metálicas que encuadran el escenario, volar enganchados a un arnés a merced de un ordenador o pasearse en un andamio a cuatro metros de altura. O intentar que un miniaturizado y carísimo sistema de sonido se mantenga pegado a su cráneo durante toda la agitada función.

Y para un montaje complicado, cuatro directores. Los dos primeros pertenecen al núcleo de La Fura. Son Álex Ollé y Carlos Padrissa, quienes se encargaron de diseñar el espectáculo de inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992. De la dirección de actores se encarga Magda Puyo, fundadora del grupo alternativo catalán Metadones. Y de la dificilísima adaptación del texto de Goethe (que data de 1832) se encargó el crítico teatral Pablo Ley, quien ha elaborado las versiones castellana y catalana de la que pasa a ser "una tercera visión de la historia, y por eso se formula como si de un programa informático se tratara", explican ellos.

En este Fausto electrónico, en el que la @ ni lo de versión 3.0 son casuales, han colaborado 80 internautas de todo el mundo mediante un programa en el que se sintetizaba música para la medusa y el bambú, los dos instrumentos inventados por la troupe catalana que emiten el sonido del corazón de Fausto. Y la banda sonora la pincha un disc jockey que también asume ese papel en la vida real. Su nombre es Jorge Flores y se le conoce en el mundillo de los clubes como Doctor Flo. Los autores de la música del espectáculo no son ajenos a las pistas de baile ni a los sonidos electrónicos. Uno de ellos es Àlex Martín y el otro es el músico madrileño Big Toxic, quien ha pasado por la batidora tecnológica a grupos como Sexy Sadie, Carlos Berlanga o Esclarecidos.

"Se trata de un proceso de investigación en el que, además, han participado hasta videocreadores", contaba ayer, desde la sala Olimpia, Àlex Ollé, trabajando en el complicado montaje de la obra, "y eso es algo que la crítica quizá no haya entendido en Barcelona, además que de alguna manera se nos reprochó el habernos metido en el teatro de texto". F@usto versión 3.0 se estrenó en catalán el pasado 28 de abril e inició una gira nacional e internacional que les llevó incluso a Nueva York, con éxito de público, pero no de la crítica, en la capital catalana y algún rejón de los especialistas neoyorquinos, asombrados con el montaje de La Fura representándose en un escenario como el del Lincoln Center, que habitualmente acoge óperas y danza. "Junto con Berlín y Milán, nosotros consideramos Madrid nuestra mejor plaza", continúa Ollé; "aquí, el público es más entregado y menos cerebral que en Barcelona, es mucho más emocional". F@usto versión 3.0 acabará el año próximo en el Festival de Salzburgo junto con su propia versión de la ópera La condenación de Fausto, de Berlioz. Pero las visiones de Fausto no han concluido: el realizador Fernando León (Familia; Barrio, a punto de estrenarse) acaba de concluir un guión para rodar Fausto, la película. "Que nadie piense que somos unos megalomaniacos, lo que pretendemos es aprovechar nuestro trabajo de experimentación".

F@usto versión 3.0 se estrena el jueves en la sala Olimpia (plaza de Lavapiés; metro Lavapiés). 2.200 y 2.600 pesetas.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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