Los problemas reales

José Borrell trató de ponerse en la piel de los jóvenes que acaban de cumplir la mayoría de edad y tenían sólo tres años "cuando el GAL acabó" e interpretó que la permanencia de este asunto en la agenda política española les debe resultar "difícil de entender".Sus problemas, sin duda, son otros. "El elevado coste de la vivienda, las jornadas de diez o doce horas diarias, la precariedad en el empleo, el paro que padecen o les rodea, la droga que destruye a sus amigos, las condiciones inhumanas de la inmigración, el medio ambiente, la cifra escandalosa de los accidentes de trabajo, la frecuencia de los malos tratos a mujeres, el ostracismo al que los jubilados se ven condenados" y, en fin, "la falta de cultura cívica".

Este rosario de problemas los desgranó de corrido el candidato para demostrar que los conoce y está preocupado por ellos. Borrell contrastó el "sonsonete monocorde del España va bien", que repite el presidente del Gobierno, con la política del PP, "que corroe las bases financieras de la Seguridad Social y destruye la progresividad social". Las soluciones, anunció, las aportará en un programa electoral con el que pretende ilusionar a los votantes.