El fútbol como un ejercicio sencillo
El Athletic derrumba a un abúlico Racing con una dosis de buen juego
El fútbol tiene misterios indescifrables. Aquellos que impiden discernir el porqué de las transformaciones de los equipos de sublimes a insufribles, de clarividentes a opacos, o viceversa, en el ligero espacio de una jornada. San Mamés vivió ayer la representación de uno de esos misterios. El Racing atrevido y artístico que hizo añicos al Barcelona en el Sardinero deambulaba como un colectivo pundonoroso y tosco, demasiado ofuscado en atascar el partido y trastabillearlo en los tobillos. El Athletic, conservador y de encefalograma plano en Zaragoza, se reveló en San mamés como un colectivo con recursos para salir del infecto atasco del rival y materializar los goles de forma tan aseada como estadística: un promedio de ocasiones.El Rácing ayer no existió. Le borró el Athletic, sobrecogedor en la actitud de Urrutia, sobre todo, Imaz y Alkiza y le enterró el predominio defensivo de sus jugadores. El Racing asumió en ese lugar la inferioridad con demasiada antelación.
El primer gol hizo el resto. Luis Fernández respiró tranquilo en ese momento. Fiel a su rotación y ajeno a la polémica semanal, decidió preservar a Guerrero y Joseba Etxeberria para el encuentro europeo frente al Rosenborg. Toda una apuesta ante un rival presuntamente acreditado. El Racing y los jugadores le dieron la razón.
Aunque el futbol tiene respuesta para todo. Se trata en definitiva de jugar bien y cumplir las reglas que lo engrandecen. El Athletic lo hizo, el Racing, no.
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