Expo de Lisboa
Paseando por la Expo de Lisboa observé que la tónica dominante en la mayoría de los pabellones era el uso de las tecnologías audiovisuales, en detrimento de la exposición de objetos. El exceso de vídeos, pantallas interactivas y efectos virtuales iba creando en mí una extraña sensación de vacío hasta que observé, después de la hora de comer, una larga cola frente al pabellón de Colombia. Con curiosidad, esperé hasta poder entrar, y después de aguantar el consabido espectáculo 3D (tres dimensiones) con las gafas especiales puestas, descubrí con placer el éxito del pabellón: al final ofrecían al visitante un sabroso y aromático café colombiano, real y no virtual. ¡Qué maravilla!- .
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