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NUEVAS MÚSICAS

El guitarrista Will Ackerman recrea el sonido genuino de Windham Hill

En los primeros setenta, el inmigrante alemán William Ackerman era un esforzado aprendiz de carpintería que sólo había aprendido unos acordes para impresionar a un amor juvenil, una tal Mary Jo. Recibió una única clase, pero le bastó para escuchar el mejor consejo que le han dado: "Toca la guitarra sobre tu rodilla izquierda, y no te preocupes si duele". Cinco años después, sus amigos reunieron 300 dólares para que pudiese grabar un disco, cuyo ingeniero de sonido se escogió al azar en las páginas amarillas. Suena a cuento de hadas, pero es real: aquel álbum, In search of the turtle"s navel (1975), se convirtió en la primera referencia discográfica del sello Windham Hill, verdadero precursor de esa música instrumental y emocionante que, a falta de mejor definición, acabó etiquetada como new age.El guitarrista abomina de ese término, deteriorado a fuerza de mucha filosofía barata, pero el genuino sonido de Windham Hill ha pasado a la historia como un prodigio de sinceridad y genio creativo. Will Ackerman hizo fortuna con un estilo emocionante en su tosquedad, lírico e influyente (pese a las limitaciones técnicas) como se han visto pocos. Pero, sobre todo, supo reunir a una fascinante relación de artistas que desdeñaban la música disco, entonces en auge: su primo Alex de Grassi, Michael Hedges, el célebre pianista George Winston, Montreaux, Nightnoise, Darol Anger & Barbara Higbie o Liz Story dieron fulgor a los mejores años de la factoría.

Ackerman también participó activamente en los años de gloria con alguna entrega magnífica, caso de Past light (1983) o Conferring with the moon (1986). Ahora, tras seis años de silencio discográfico, acaba de publicar el entrañable Sound of wind driven rain, que esta noche presenta en su primera actuación en suelo español. Le secundan Enrique Mateu de Villavicencio (guitarra) y Germán G. Arias (corno), del grupo canario Artenara.

Will Ackerman. A las 22.00, en el Círculo de Bellas Artes (Marqués de Casa Riera, 2; metro Banco). 2.700 pesetas.

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