Ripoll alega que no puede realizar un "gasto excesivo" en Alicante porque las riadas son excepcionales
Aguaceros tan virulentos como el que anegó la ciudad el 30 de septiembre de 1997 no se producen en Alicante más de dos veces cada siglo, según los datos de la Generalitat, esgrimidos ayer por el consejero de Presidencia, José Joaquín Ripoll. "Desde 1932 no se habían sufrido lluvias de ese tipo y la [tromba] anterior se remonta a 1870", detalló. También precisó que aquel día, en apenas cuatro horas, cayeron unos 270 litros por metro cuadrado, cuando la media anual de precipitaciones de Alicante está situada en 285 litros cada año. Al ser tan "excepcionales" estas trombas de agua y tan problemática la orografía de la ciudad, Ripoll considera injustificado realizar un "gasto excesivo" para prevenir totalmente los efectos de una avenida de agua de estas proporciones. Además, el consejero de Presidencia aseguró que, con las obras de encauzamiento de las aguas pluviales que se están acometiendo en la ciudad, se atenuarán los efectos de las próximas trombas de agua. Las actuaciones que iniciará la Generalitat "en breve" en la playa de San Juan también evitarán, según Ripoll, que el agua vuelva a quedarse estancada días y días por los problemas de drenaje, convirtiendo las torres de apartamentos en islotes. Un sistema de bombeo acabará con el problema. Con respecto a los efectos de las inundación de 1997, recordó que se habrían evitado problemas si los ciudadanos hubieran cumplido firmemente todas las recomendaciones de Protección Civil. Especialmente, la de que los niños no abandonaran los centros escolares. En caso de nuevas precipitaciones intensas, Ripoll y González Cepeda recomiendan que los conductores eviten los vados inundables, circulen por carreteras principales y abandonen el vehículo si se lo ordenan las autoridades. A los ciudadanos que se encuentren en el campo les aconsejan que se alejen de las verjas y alambradas y busquen los lugares elevados. Entre otras sugerencias incluyen sintonizar las emisoras de radio para estar al tanto de los problemas de inundaciones y de las órdenes de Protección Civil, marcar el número de teléfono de emergencias, el 112, en caso de problemas, desconetar los aparatos eléctricos y utilizar los teléfonos sólo para comunicarse con las autoridades, no saturar las líneas conversando con familiares. El consejero de Presidencia y el delegado del Gobierno insistieron en que los planes operativos de emergencias están actualizados y que todas las administraciones van a trabajar de forma coordinada. Pero recordaron que es imposible domeñar completamente la peculiar orografía y climatología valenciana.
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