_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

De vuelta

Los mercados de valores rozaron otra vez el desastre en la sesión de ayer, a pesar de que Tokio estuvo tranquilo y de que los mercados de divisas disfrutan de un inexplicable periodo de bonanza. Los índices europeos cayeron con fuerza en la apertura, hasta casi imitar el desplome de Wall Street en la jornada anterior, pero el soporte de la zona del 700% en el caso español, volvió a resultar providencial.

Todo el mundo esperaba una jornada de ajuste técnico en Wall Street, pero sólo los más optimistas creyeron que podría producirse sin un fondo dramático. La llegada del presidente norteamericano a Rusia se produce en las horas más bajas del político apoyado por Estados Unidos, lo que ha provocado nuevas convulsiones en la bolsa, pero con un fondo del que los analistas deducían que los recortes han tocado fondo, por ahora. A media sesión se respiraba cierto optimismo en Wall Street, aunque el Dow Jones había caído 280 puntos desde el nivel de subida inicial.

Algunos técnicos hablaban, incluso antes de terminar la sesión, de la figura chartista de vuelta en un día, es decir, de una fuerte recuperación desde un punto de soporte que permite pensar en que lo peor de la crisis bursátil ha pasado, aunque la recuperación esté lejana. La bolsa española vivió pendiente de los vaivenes del mercado norteamericano, en la apertura bajo la influencia de la sesión del lunes, y en el cierre adaptándose a los feroces dientes de sierra del Dow Jones.

Por dos veces se acercó el índice general de Madrid a la zona del 700%, la primera a los cinco minutos de abrir y con un recorte del 3,71%. La segunda fue poco antes del cierre y se correspondía con el amago de caída de Wall Street.

Las restantes bolsas, con la excepción de Londres, también mostraron cierta tendencia a la estabilidad, aunque la última palabra la tendrán los inversores particulares, no en vano poseedores de un buen porcentaje de las sociedades recientemente privatizadas en todo el mundo

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_