Los socialistas se opondrán a la creación de la Acadèmia si antes no se acuerda su composición
La ejecutiva del PSPV y su grupo parlamentario acordaron ayer que votarán en contra de la proposición de ley de creación de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, que se discute hoy en las Cortes Valencianas, si el Partido Popular no pacta previamente su composición. El secretario general del PSPV, Joan Romero, advirtió que su partido "no está dispuesto a tolerar ni un día más un incumplimiento de Zaplana" y explicó que el acuerdo alcanzado con el PP era de "todo el proceso conjunto", es decir de la creación y composición de la Acadèmia Valenciana de la Llengua.
"Mañana [por hoy] se vota un proceso [para cerrar el conflicto lingüístico sobre el valenciano], no una proposición de ley", manifestó Romero, que advirtió: "Si no hay acuerdo, el único responsable será Eduardo Zaplana". "El proceso desarrollado por los socialistas ha sido modélico y no vamos a permitir que esta situación sea malograda por intereses de coyuntura", dijo el dirigente socialista, que recalcó que no están dispuestos a "morir por exceso de responsabilidad" y recordó que el gobierno es del Partido Popular. Para los socialistas, el pacto para crear la Acadèmia Valenciana de la Llengua llevaba implícito un acuerdo sobre su composición. De no existir este acuerdo, el Grupo Socialista votará hoy en contra. El PSPV deja abierta la puerta a que el Partido Popular pueda pedir un aplazamiento del debate parlamentario para consensuar la lista de los 21 miembros de la Acadèmia. Un aplazamiento que apoyarían siempre que vaya en serio y no para dilatar la cuestión. El secretario general del PSPV ofreció ayer a los populares la posibilidad de cerrar la candidatura de los miembros de la Acadèmia Valenciana de la Llengua y que el presidente del Consell Valencià de Cultura, Santiago Grisolía, hiciese de depositario hasta su presentación en el registro de las Cortes Valencianas. Una oferta que no fue atendida. Los socialistas, igual que el resto de fuerzas progresistas, dudan de la voluntad del presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, especialmente después de que se haya encerrado en el mutismo en una cuestión como la de las personas que han de integrar la Acadèmia Valenciana de la Llengua. La desconfianza de la izquierda ha aumentado después de que nadie del PP haya desmentido unas afirmaciones del presidente de Unión Valenciana, Héctor Villalba, en las que aseguraba que las posiciones secesionistas serían mayoritarias en el nuevo organismo. Contactos Durante todo el día de ayer, Romero mantuvo contactos con dirigentes de otras fuerzas de izquierda, representantes de la Universidad y del Consell Valencià de Cultura. El presidente de este organismo, Santiago Grisolía, intentó mediar entre los dos grandes partidos, sin que al cierre de esta edición hubiese tenido éxito, para impedir que el debate parlamentario sobre la Acadèmia se abra hoy con el acuerdo inicial roto. La portavoz parlamentaria y el presidente de Esquerra Unida, Glòria Marcos y Joan Ribó, respectivamente, advirtieron que se opondrán a la proposición de ley si antes no conocen la composición de la Acadèmia. Marcos argumentó que, si al final, no tienen mayoría los que no cuestionan la unidad de la lengua habrá sido "una tomadura de pelo, para quitarle las competencias a la Universidad y depositarlas en manos de los secesionistas". Los dirigentes de Esquerra Unida-Els Verds insistieron en que nunca han existido indicios de que el PP estuviese por modificar su postura [respecto al valenciano] de forma definitiva. Glòria Marcos manifestó que su grupo parlamentario decidirá hoy si se abstiene o vota en contra en función de cuál sea la composición de la Acadèmia Valenciana de la Llengua. Por su parte, Unión Valenciana volvió a insistir ayer en que no ha movido ni un ápice sus posiciones. Es decir, votará en contra de la creación de la Acadèmia Valenciana de la Llengua. El portavoz parlamentario de la formación regionalista acusó al PP y al PSPV de incoherencia por pactar una proposición de ley que ahora corre el riesgo de quedarse en la cuneta. Para Unión Valenciana, el Consell Valencià de Cultura no resolvió el problema, sino que se limitó a trasladarlo a un organismo de nueva creación, lo que ha provocado las discrepancias entre los dos partidos mayoritarios. Por su parte, desde el Grupo Popular de las Cortes Valencianas se advirtió ayer que el presidente de la Generalitat no iba a contactar con los socialistas, al menos hasta antes del pleno. Eduardo Zaplana y su consejero de Educación, Francisco Camps, han dirigido personalmente las negociaciones con los socialistas para llegar a un acuerdo que ponga punto y final al conflicto lingüístico.
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