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Residentes extranjeros negocian con PP y PSPV su inclusión en las listas municipales de 1999

Ciudadanos europeos con derecho a voto residentes en la Comunidad Valenciana negocian con los partidos mayoritarios, PP y PSPV, la inclusión de algunos de sus representantes en puestos de salida en las listas para los comicios municipales de la próxima primavera. Los extranjeros, mayoritariamente, prefieren esta opción frente a la idea inicial de crear candidaturas independientes, aunque éstas puedan llegar a aparecer en aquellos municipios donde la participación extranjera sea determinante para decidir la alcaldía. Las reuniones previstas para septiembre y octubre serán decisivas.

De momento, todos los esfuerzos se dirigen hacia las campañas de incentivación para formalizar el empadronamiento. El último censo oficial cifra en más de 65.000 los extranjeros residentes en la Comunidad Valenciana. El 75% de ellos proceden de países de la Unión Europea y Noruega, estado no comunitario que mantiene un acuerdo bilateral con España que establece el derecho al voto de sus ciudadanos en elecciones locales. La provincia de Alicante acoge a más del 60% de esa población, y en algunas localidades superan en número a la población nativa, como en L"Alfàs del Pi. El Tratado de Maastrich y otras normativas de la Unión marcan el derecho de todos ellos a participar activamente en estos procesos electorales. En la sede de la Asociación Nacional de Ciudadanos Europeos de L"Alfàs del Pi la actividad será intensa a partir de mediados de septiembre, cuando los extranjeros regresan de las vacaciones estivales, que aprovechan para volver a sus países de origen. Su presidente, el español Tiburcio Calero, ha convocado una asamblea general de afiliados para esas fechas. "En esa reunión perfilaremos nuestra estrategia electoral", explica. Calero es partidario de las candidaturas independientes, aunque de carácter mixto, integrando españoles en las listas, incluido el candidato a alcalde, que siempre sería español "para captar el voto local". En L"Alfàs del Pi el censo sobrepasa los 10.000 habitantes, con un 60% de la población extranjera. El objetivo de esta participación en la política municipal está perfectamente definido desde hace años. "En este país se ha discriminado mucho a los extranjeros residentes, que eran vistos únicamente como una fuente de ingresos a la hora de cobrar impuestos, y ahora están en disposición de que la cosa cambie", explica Calero.La discriminación idiomática y las pésimas infraestructuras públicas en las urbanizaciones que ocupan son sus principales reividicaciones. "No se trata de una operación de carácter ideológico, porque en nuestra asociación se integra gente de todas las tendencias", puntualiza el presidente. La valoración que, por lo general, hacen los extranjeros de los partidos políticos españoles no es muy positiva. "Prometen muchas cosas en campaña electoral, pero después no las cumplen, y la experiencia nos dice que lo mejor es participar, para hacer ver la importancia de los votos". La lista de L"Alfàs del Pi estará integrada por británicos, noruegos y holandeses, además de los puestos reservados a españoles. No se descarta la posibilidad de que el actual alcalde, Antonio Fuster, expulsado del PSPV, sea el candidato de los extranjeros en una lista que, de conseguir el apoyo en bloque del colectivo, barrería en las urnas. Per Svensson preside el Instituto de Propietarios Extranjeros, con sede en Altea, y es el secretario nacional de la Asociación de Ciudadanos Europeos. En su opinión, la integración de extranjeros en candidaturas de partidos españoles satisfaría en principio las expectativas del colectivo, aunque insiste en que todas las organizaciones en las que participan han decidido conceder plena autonomía a las agrupaciones locales. Lo que sí es una resolución firme es la participación en la política municipal. Para Svensson, lo más importante ahora es formalizar la inscripción en el censo. Siendo la suya una de las asociaciones de mayor participación, este noruego calcula que las propiedades en manos de extranjeros se elevan a más de un millón en España, de los que 20.000 se han puesto en sus manos. Desde su centro de operaciones en Altea, Svensson ha contactado con la Oficina del Censo Electoral en Madrid, a la que ha arrancado el compromiso de iniciar en otoño una campaña a gran escala para hacer llegar a los extranjeros con derecho a voto un tríptico en varios idiomas explicando la situación y un cuestionario para que los interesados rubriquen su voluntad de ejercer el voto en España, renunciado con ello a hacerlo en sus países de origen, de acuerdo a la normativa europea. La documentación base sobre el futuro censo se encuentra en los padrones municipales, de los que saldrá el definitivo, en diciembre. "Nosotros ya estamos informando a nuestros afiliados del proceso, labor muy compleja pero necesaria", explica el presidente del Instituto de Propietarios Extranjeros, que aplaude la "buena voluntad" de la Oficina Electoral para favorecer la integración definitiva de los europeos en la vida política española. El interés real por esa participación se comprobará en junio.

Importante movimiento asociativo

En el territorio valenciano son varias las organizaciones que trabajan en la defensa activa de los derechos de los extranjeros residentes. Las más significativas, por el número de afiliados, son el Instituto de Propietarios Extranjeros (20.000 socios después de 16 años de actividad), la Asociación Nacional de Ciudadanos Europeos (60.000 afiliados), y la Association Jávea International Civil Society, en la que se integran 1.400 familias residentes en la comarca de la Marina Alta. Esta última entidad ha creado una agrupación especial encargada de perfilar las reivindicaciones de los extranjeros de cara a las elecciones, en la que se han integrado 500 socios, de los que depende la decisión de organizar candidaturas independientes y negociar con los partidos políticos mayoritarios una participación real y efectiva de los extranjeros residentes con derecho a voto. Mayoritariamente, los extranjeros optan por localidades costeras para establecer su residencia habitual, que ocupan durante la mayor parte del año. Sólo en los meses de verano, cuando el litoral valenciano recibe una aténtica invasión de turistas, ellos regresan a sus países de origen para solucionar problemas, visitar a la familia y disfrutar de un clima menos caluroso. Desde Orihuela hasta Dénia, la costa de Alicante acoge alrededor de 40.000 europeos, implantados preferentemente en las comarcas de Las Marinas. En L"Alfàs del Pi, Benidorm, Altea, Calp, Xàbia, Teulada, La Nucía y Dénia se cuentan por miles, y saben que su voto es decisivo en unos comicios locales. Más hacia el sur, en Orihuela, Torrevieja y Guardamar también residen colonias numerosas de europeos, aunque en estos casos en mayor medida procedentes de países no comunitarios, por el momento sin derecho a acudir a las urnas. Todas las organizaciones nombradas mantienen contactos con filiales o sedes centrales distribuidas en el resto de España. Baleares, Canarias, la Costa Brava y la Costa del Sol son puntos en el mapa donde los extranjeros también participarán en el proceso electoral de junio de 1999. "Y esto es sólo el principio", puntualizan sus representantes.

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