Menores viajeros
Hace unos días envié a mi hijo de 12 años a pasar unas vacaciones a casa de unos amigos en El Puerto de Santa María. El tren salía de la estación de Madrid-Atocha desde la terminal del AVE, y por ello no se me permitió acompañar al niño hasta dejarle acomodado antes de su partida. Renfe, por su parte, considera adultos a los niños a partir de los 12 años y el personal de la compañía no se hacía cargo de él. Después de protestar conseguí que le acompañaran hasta su asiento, pero no me garantizaron que le avisarían de la estación de destino. De todos modos, "harían lo posible por ocuparse, a pesar de que, legalmente, no tenían obligación de hacerlo".En cierto punto del camino anunciaron por los altavoces que los viajeros cuyo destino no fuera Cádiz debían bajar para cambiar de tren. Mi hijo no sabía en qué provincia está El Puerto de Santa María ni si éste se encuentra antes o después de la estación de Cádiz. Preguntó a varias personas, que no se habían enterado bien del mensaje, y buscó por varios vagones a algún responsable de Renfe que le sacara de dudas, sin encontrar a nadie. En resumen, el niño pasó un mal rato. Por supuesto, al llegar a la estación de destino nadie se preocupó de saber si alguien le recogía o si se quedaba allí solo (mis amigos iban a buscarle, pero nadie está libre de un percance).
No puedo comprender que las compañías de transporte de viajeros se desentiendan de esa forma de los menores que viajan solos; ni siquiera estoy muy segura de que legalmente no estén obligados a ocuparse de ellos. No me estoy refiriendo a la edad máxima para beneficiarse de los descuentos; pero eso es una cosa y otra muy distinta es ocuparse de la seguridad de los niños (o ancianos) que viajan solos.-
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