El Athletic recibe al Dinamo Tbilisi en pleno estado de ansiedad
Hay partidos de fútbol que se engrandecen por su dificultad; otros dependen de la adversidad para inscribirse en el terreno de la épica y hay algunos que se definen por el grado de ansiedad que acumulan en sus entrañas. Los más, se envilecen por asuntos muy colaterales, la pizarra, el arbitraje, el terreno de juego, la llovizna. Asuntos internos para aliñar el desagravio en una conferencia de prensa. El Athletic vive hoy ante el Dinamo de Tbilisi (20.30, ETB 1 y Canal +) una prueba de ansiedad, un examen exhaustivo sobre la capacidad de su sistema nervioso.La ansiedad define la circunstancia de un encuentro apresuradamente definido como desigual. Desde que concluyó el encuentro de ida (2-1) en Tbilisi, el club rojiblanco ha ido interiorizando la trascendencia del resultado con demasiados razonamientos conjugados: la jerarquía, la afrenta sufrida en el militarizado estadio Boris Pachadze y, sobre todo, la incetidumbre que la muchachada georgiana sembró de lo que el entrenador Murtzaz Jurtsilava define como "deportistas de elite", en alusión a los jugadores rojiblancos.
El partido define no sólo el primer éxito o fracaso del Athletic sino buena parte del futuro socioeconómico del club bilbaíno. 14 años después, el Athletic acaricia la posibilidad de volver a una competición improbable, que en su nuevo formato, garantiza benficios económicos y pedigrí deportivo. Luis Fernández ha previsto dos condiciones deportivas para manejar el partido a conveniencia: la presión sobre el rival y el control del balón. Dos pilares para axfisiar al Dinamo de Tbilisi, allí donde exhibe mayores carencias. En situaciones de ansiedad, el balón es la única terapia.
Dudas defensivas
Luis Fernández tiene bastante claro el equipo. Por detras, la única duda radica entre Larrazazbal y Lasa en el costado izquierdo con mayores opciones para el primero. Larrazabal garantiza oficio en la zaga y es una baza imprescidible en las jugadas estratégicas, un factor de incalculable valor en circunstancias extremas.Las dudas se acumulan en el medio del campo. El aconpañante de Alkiza saldra del duelo previo entre Imaz y Urrutia. Por delante no hay duda. Joseba Etxeberria, Guerrero y Ezquerro serán los ingenieros que favorezcan la actitud finalista de Urzaiz. La búsqueda del gol, en definitiva. El Dinamo es más de lo que parece. Si se juzga su pedigrí, se cae en el riesgo de la superficialidad. La baja de Aleksidze, su futblista más contrastado, se suple con la presencia de Kobashvili, ausente por sanción en Georgia.Alineaciones:
Athletic: I. Etxeberria; Lacruz, Alkorta, Carlos García, Larrazabal; Urrutia o Imaz, Alkiza; J. Etxeberria, Guerrero, Ezquerro; y Urzaiz.
Dinamo Tbilisi: Guaramadze; Guchua, Jeladze, Didava; Majardze, Mujiri, Kiknadze, Tskiitishvili, Kobiashvili; Asvhetia y Jomeriki. Árbitro: Lazslo Vagner (Hungría).
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