Van Gaal reconoce las carencias

Comprensión y paciencia. Louis Van Gaal, técnico del Barça, busca una rápida reconciliación. El holandés ya fue respetuoso con la pañolada recibida ante el Mallorca y ayer buscó otro acercamiento con la afición. No parece compartir la tesis del presidente Josep Lluís Núñez, quien acusó de no ser seguidores a los que critican el juego. Pero el técnico quiere paz y sabe de sobra que nadie le pasará factura por la Supercopa. El Barça regresa otra vez al Camp Nou (21.00 horas, TV-3) para jugar ante el Santos el devaluado trofeo Joan Gamper. Será el último ensayo. La Liga se abre el domingo.El partido ante el Mallorca apenas reunió a 30.000 personas en el Camp Nou y hoy en el torneo del club se espera una afluencia aún menor. Los socios pagan y el partido se retransmite por televisión. "¿Si habrá un ambiente enrarecido? Sí", respondió Van Gaal, "los jugadores deben esforzarse por dar una mejor imagen no sólo por el público, sino también por ellos mismos. Puedo imaginar que la gente comprenda. Tengo razones evidentes. El equipo no está al 100% físicamente y el Barça es de los clubes que más jugadores aportó a las semifinales del Mundial".

No hay duda: ha cambiado de opinión. El holandés había negado la semana pasada que el cansancio de los internacionales justificara su bajo nivel de juego. Quizá ha procesado ya la doble derrota ante el Mallorca y quiere proteger al equipo. El pasado también enseña. El Barça perdió hace un año la Supercopa y por goleada ante el Madrid y acabó, como recordó Abelardo, ganando el doblete.

"Yo estoy contento y tengo paciencia", dijo Van Gaal. "Vi el último año a estos jugadores y sé que son capaces de decidir partidos. Tengo al mismo bloque salvo a Zenden y Cocu", afirmó. Abierto al diálogo, Van Gaal desgranó los fallos que está cometiendo su equipo: "Tenemos que buscar el equilibrio, y para conseguirlo no hay que perder muchos balones; la transición es demasiado lenta y los pases en profundidad no llegan porque las líneas están demasiado juntas", señaló.

Fue un día de gestos nuevos. Van Gaal dio ayer, por primera vez desde que está en el Barça, detalles de su alineación. Por la larguísima lesión de Guardiola y los problemas musculares de Celades, los azulgrana han jugado este verano sin un director. Van Gaal hizo algo insólito y confirmó ayer que Celades será titular. Incluso desveló que el jugador le aseguró sentirse ya muy recuperado. "En cualquier caso, Celades contribuirá a jugar mejor, pero él no es nuestro salvador. Es todo el equipo el que debe actuar bien", dijo.

Pese a admitir las carencias de su equipo, Van Gaal no se mostró inquieto por el mejor momento que atraviesan sus rivales, especialmente el Madrid. En otro guiño a la afición, el técnico se preguntó: "¿El Madrid? No lo he visto", respondió. "Ayer [en alusión al momento en que el Madrid goleaba al Borussia Monchengladbach] vi unos fuegos artificiales fantásticos en Sitges desde un piso al que me habían invitado [el de Núñez por la descripción del inmueble]. No es que no quiera verlo, pero antes de jugar ante el Madrid tendremos que jugar ante el Santos, el Racing y el Extremadura. Y los éxitos de la pretemporada no dicen nada". Y añadió: "La moral del Madrid está subiendo y la nuestra, bajando".

El discurso optimista de Van Gaal no oculta que el viernes volverá a ser un día clave. Será entonces cuando se cierre el plazo para inscribir a jugadores en la Liga. El Barça ya intentó sin éxito registrar a los hermanos De Boer en Europa, pero el club azulgrana no arroja la toalla. No sería de extrañar una contratación de última hora. "Yo no ficho por fichar", dijo Van Gaal con una sospechosa mueca, y no quiso dar más datos. "Lo siento", dijo con buen humor. "Ya sabéis [los periodistas] la última vez que hablé de esto [en alusión al frustrado fichaje del central coreano Yoo Sang Chul]. Es malo para el jugador, su club y el nuestro".