Disminuye en un 74% la superficie arrasada por los incendios

A pesar del miedo expresado por el consejero de Medio Ambiente, José Luis Blanco, a principios de junio, respecto a que éste fuera un año desastroso para los incendios forestales, la temporada no va nada mal, aunque la situación sigue siendo de alto riesgo. Ayer se conocieron los datos de incendios forestales desde el 1 de enero hasta el pasado 15 de agosto. En este periodo ardieron en Andalucía 2.335 hectáreas, un 74,36% menos que la media de los últimos cinco años. Blanco destinó en el mes de junio una partida de 7.400 millones de pesetas extraordinarios para la prevención de incendios, ante el vacío presupuestario existente para esta materia. Hasta 1995 el dinero provenía de los fondos de cohesión europeos, pero en ese año se cortó la financiación que había de ser sustituida por otro tipo de fondos comunitarios (Feoga). La realidad es que los primeros se eliminaron y los segundos no acaban de llegar, por lo que la Junta hubo de ampliar el dinero destinado a la prevención de incendios hasta llegar a una cantidad total de 14.600 millones de pesetas, incluyendo la partida extraordinaria. Los resultados están siendo más que satisfactorios ya que el número de siniestros -553- ha disminuido un 17,39% con respecto a la media de los últimos cinco años. Además, 403 de los siniestros registrados fueron considerados conatos al no superar una hectárea la superficie afectada. Huelva es la provincia con mayor superficie forestal destrozada por el fuego con 757,9 hectáreas, seguida de Cádiz con 453,7. De los 553 siniestros registrados hasta la fecha en Andalucía, 184 han sido intencionados, 173 originados por negligencias, de 147 se desconocen las causas, 38 se produjeron de manera accidental y, por último, tan sólo 11 han sido originados por causas naturales.