El PP de Cataluña abre la puerta a Piqué para que encabece su lista en las legislativas

Si el ministro de Industria, Josep Piqué, ha sido el hombre escogido por Aznar para dar un giro centrista a su Gobierno, también puede ser la figura indicada para el tan ansiado salto electoral de su partido en Cataluña. Lo apuntó ayer el presidente del PP en Cataluña, Alberto Fernández. Si Piqué, sustituto de Miguel Ángel Rodríguez como portavoz del Ejecutivo de Aznar, aceptara este envite, dijo, el PP estaría dispuesto a abrirle las puertas y colocarle al frente de su candidatura en Barcelona para las próximas elecciones legislativas. El ministro todavía mantiene su condición de no afiliado.

Alberto Fernández mostró la predisposición de su partido a acoger a Piqué como cartel electoral para las legislativas en una entrevista emitida por Catalunya Ràdio, la emisora de la Generalitat. Cuando Aznar incorporó a Piqué al Gobierno, la reacción de muchos dirigentes del PP de Cataluña fue considerar que su aliado Jordi Pujol había conseguido sentar a uno de los suyos en el Consejo de Ministros.Antes de presidir la química Ercros y el prestigioso Círculo de Economía, Piqué había sido director general de Industria del Gobierno de la Generalitat y se le tenía por un hombre identificado políticamente con Convergència. Pero al cabo de pocos meses de ser ministro empezaron ya en el PP las especulaciones acerca de la posibilidad de presentarle como candidato a las elecciones autonómicas.

El interesado no ha salido nunca al trapo de estas habladurías y ha mantenido su condición de independiente. La predisposición mostrada ayer por Alberto Fernández no ha sido discutida nunca en la dirección del PP de Cataluña. Hasta ahora se consideraba que lo más probable era que el cabeza de lista del PP en Cataluña para las legislativas fuera Jorge Fernández Díaz, actualmente secretario de Estado de Política Territorial.

La designación del primer candidato del PP en Barcelona es una cuestión que decide directamente la dirección del partido en Madrid. Para las últimas legislativas, Aznar fichó a un ex diputado de Convergència, Josep Maria Trias de Bes, que había caído en desgracia en su partido. Con Trias de Bes, un apellido muy arraigado en la mesocracia barcelonesa, el PP dio en 1995 lo que bautizó como un giro catalanista. Aspiraba a dar la batalla electoral a CiU en su propio terreno. Aquel esfuerzo chocó con quienes en el propio PP creían más en el discurso antinacionalista de Aleix Vidal Quadras, y el electorado moderadamente catalanista que Aznar quería captar no apreció que hubiera habido cambio alguno. La apuesta no consiguió que Cataluña aportara al balance general del PP los 14 o 16 diputados que necesitaba para alcanzar la mayoría absoluta, y quedó de nuevo en los ocho de las anteriores elecciones. Trias de Bes admitió su fracaso en el empeño, dejó el escaño en las Cortes y hoy es presidente de la Compañía Trasmediterránea.

Desde entonces se decía en el PP catalán que había que dejarse de buscar mirlos blancos y apostar por los valores propios. Eso es lo que se apunta para las elecciones autonómicas, que Pujol tiene anunciadas para la febrero o marzo próximos y para las que el PP catalán piensa concurrir con Alberto Fernández Díaz como primer candidato.

Pero el reciente salto de Piqué, su conversión en el rostro centrista del Gobierno, ha abierto los ojos del PP catalán. El portavoz de los conservadores en el Parlamento autónomo, Josep Curto, expresaba así las consideraciones de su partido hacia el ministro. "Con lo reforzado que está, el talante abierto que tiene y el gran resultado que da como ministro, sería un error no aprovecharlo".

Se trataría, esta vez, de sumar el giro centrista al giro catalanista . Piqué afirmó meses atrás que pensaba dejar la política cuando finalice su etapa de ministro. Pero Alberto Fernández dijo ayer que su figura sería idónea para rentabilizar electoralmente en Cataluña la acción de gobierno de Aznar.