Las bolsas sufren importantes caídas por la desconfianza en que se supere la crisis asiática
Las bolsas europeas sufrieron ayer importantes caídas arrastradas por el desplome de Nueva York del martes, pero sobre todo por la desconfianza creciente de los inversores ante los problemas para lograr una rápida solución de la crisis asiática. La Bolsa de Madrid bajó 16,76 puntos, el 1,83%, al cierre de esta sesión, aunque en los peores momentos llegó a perder hasta un 2,42%, 22,14 puntos. Nueva York abrió con una gran volatilidad, que le hizo llegar a perder 125 puntos, para cerrar finalmente con una ganancia del 0,7% (59,47 puntos) en el nivel de 8.546,78.
Los recortes sufridos ayer por las bolsas europeas no tienen tras de sí razones muy concretas, aunque los inversores esgrimían la pérdida de un 3,41% en la Bolsa de Nueva York el martes como la causa más importante de su retirada de los mercados. Los analistas de Wall Street culpan a la indolencia de las autoridades económicas japonesas del severo castigo sufrido en la jornada del martes, tal vez para desviar la atención de los nuevos pormenores del affaire Clinton, cuya publicación volvió a coincidir con una reacción negativa del mercado.La desconfianza en la actitud de los responsables de Estados Unidos y Japón aparece como la razón más obvia para justificar los recortes, aunque éstos han coincidido con la publicación de datos económicos negativos en ambos países. La situación japonesa exige respuestas inmediatas, según los países occidentales, y los responsables de la política económica de aquel país parecen tomarse su tiempo, lo cual no ha sentado mal en la Bolsa de Tokio, que el miércoles cedió tan sólo 31,40 puntos, aunque, eso sí, el índice Nikkei cayó otra vez por debajo de los 16.000 yenes.
La Bolsa de Nueva York ofreció una jornada llena de volatilidad, en la que las compras a bajo precio se sucedían con las retiradas de beneficios en un ambiente que produjo una diferencia de más de 150 puntos entre los niveles más alto y más bajo de la sesión en apenas dos horas y para desesperación de los inversores europeos.
Para estos inversores, la sesión fue un auténtico tormento y al final desistieron de mantener sus posiciones, justo en un momento en el que en Europa se intuye una tendencia a la baja de los tipos de interés. La situación económica europea es positiva, pero también lo era la norteamericana hasta hace un par de semanas, cuando el impacto de la crisis asiática fue evidente a través de los datos económicos.
Descensos
La Bolsa de Madrid se ciñó en esta ocasión al ritmo del resto de los mercados europeos, con lo que el 1,83% que perdía al cierre encajaba perfectamente en el conjunto. La Bolsa de Londres bajó ayer un 1,81%, 103 puntos, aunque cerró 61 por encima de su peor nivel. París cedió el 1,77%, 71 puntos, también con un margen de 46 sobre el punto más bajo. Francfort perdió un 1,82%, 103 puntos y con una recuperación similar a las anteriores, debido a que en el momento del cierre de estos mercados Wall Street conseguía retornar a una situación de equilibrio.En todos los casos, los nervios de los inversores han sido directamente proporcionales a las ganancias conseguidas hasta ahora, es decir, a la altura de las cotizaciones.
La cotización del yen osciló durante la jornada de ayer entre 143,80 y 144,30 por dólar, mientras que la Bolsa de Tokio cerró con una ligera bajada de 0,20%.
El primer ministro japonés, Keizo Obuchi, anunció ayer que el recorte de impuestos, medida ya propuesta por su antecesor, Ryutaro Hashimoto, en marzo pasado, se acercará a los 7,3 billones de pesetas, casi el doble del anunciado por Hashimoto. El nuevo Gobierno envió ayer al Parlamento japonés las seis leyes destinadas al saneamiento de la banca y la estabilización del sistema financiero, otros de los planes que se vienen anunciado desde hace más de tres meses.
El mero y reiterado anuncio de las medidas de reactivación económica sólo producen un efecto de estabilización momentánea del yen y el mercado bursátil japonés. Los propios analistas extranjeros y locales del mercado incluso ya advierten que aun cuando los planes sean finalmente aprobados, no tendrán un efecto permanente.
En el caso de la reducción de impuestos, los analistas creen que si no va acompañada de una revisión exhaustiva de todo el sistema impositivo. Creen que las reiteraciones de unas reformas que nunca llegan son sólo para apaciguar a los inversores y responder a la presión de Estados Unidos.
La Reserva Federal de EE UU publicó precisamente ayer el denominado Libro Beige, en el que señala que las turbulencias del sudeste asiático han producido un recorte en la demanda de bienes manufacturados de este país. Señala asimismo que la crisis es responsable de la caída en los precios de las materias primas agrícolas.
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