Un barbero en la corte del rey Arturo
RETRATOSEstá de Rodríguez en Sevilla y en La Antilla. El martes, como speaker del equipo, dirá el nombre del entrenador, Antonio de Oliveira en la presentación del Betis; el miércoles, viajará en AVE hasta Atocha y cogerá un vuelo Madrid-Manchester. Será como Tarzán en Nueva York o un yanqui en la corte del Rey Arturo, porque Melado, peluquero, hijo y padre de tres peluqueros, lo más lejos que ha viajado en sus 57 años es hasta Vilamoura, en el Algarve portugués. Viaja tan lejos por imperativo categórico. Ha recibido una invitación de boda nada frecuente. Es bilingüe, en gaélico y en castellano. El matrimonio formado por Evan y Dilys Win Evans, padres de Helen, tienen el gusto de invitarlo (y pleser o gwmni) a la boda (ym mhriodas) de su hija con Antonio Javier Melado, el segundo de sus tres hijos peluqueros. El enlace, por el rito metodista, se celebrará en la capilla Seilo de la ciudad galesa de Llandudno, donde Lewis Carroll escribió Alicia en el país de las maravillas. El convite tendrá lugar en el hotel Imperial de dicha ciudad. "La novia de mi hijo quiere que diga algo en la boda. Diré Viva mi niño y Viva el Betis". Es un salto cualitativo en la trayectoria de Manuel Melado, que además de peluquero habitual del presidente bético Manuel Ruiz de Lopera es poeta, locutor de radio y compositor de más de trescientas canciones, incluidas algunas sevillanas que fueron pegadizas durante el boom, antes del crepúsculo caribeño. Antes "de que llegara Juan Luis Guerra con la bilirrubina". Todos son modas. Sus dos hermanos, uno programador informático y otro contable hasta su jubilación del juguetero y ex presidente del Sevilla Luis Cuervas, también se iniciaron en el oficio. "No aguantaron porque eran unos años en los que la barbería estaba muy desacreditada. Una crisis que empieza a finales del siglo XIX, cuando unos cirujanos valencianos imponen una ley que prohibía a los barberos hacer cirugía menor, es decir, extracciones de muelas y sangrías. El gremio se recuperó en 1959 cuando dos franceses, Jean Lugo y monsieur Hardy, inventaron el corte de navaja. Claro, que después llegaron los Beatles y otra vez la ruina. "Aunque yo no sé qué es peor, esos melenudos o la actual moda de los calvos. Una cabeza pelada es un castigo; no todos la tienen tan bonita como Yul Brinner". Manuel Melado no se casó en ninguna capilla galesa, sino en la Macarena. Su hijo José Manuel, el primogénito, también peluquero, en la Amargura. Con 11 años, el suegro de Hellen dejó el colegio y se metió de aprendiz en la barbería paterna. "Tenía que subirme en un cajón y mi primer cliente fue el cura de San Julián, don Domingo. Le arreglaba la coronilla valiéndome de una perra gorda". El clan de los Melado ya está en Gales. Lo esperarán en el aeropuerto de Manchester en un microbús que el novio ha alquilado para que los suyos recorran el país del actor Anthony Hopkins y el futbolista Mark Hughes. Entre sus clientes, Melado tuvo a Luis Mariano, Mario Cabré y hasta un cónsul de Inglaterra en Sevilla. No sabe una palabra de inglés, pero puede agasajar a sus consuegros con un completo repertorio de sevillanas de su cosecha, desde Mírala cara a cara hasta A bailar, a bailar, que fue banda sonora de la versión de Sangre y arena interpretada por Sharon Stone.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.