Amanecer en el delta
Mejor temprano, poco después de que amanezca. A esa hora los seres vivos son todavía de una gran discreción y el esfuerzo de la madrugada proporciona un orgullo tonificante. Si uno pasa la noche a pie, el delta es la última etapa de los materiales arrastrados. Hay muchos caminos para llegar. Por la avenida del Onze de Setembre, de El Prat, y luego por el ramal de la Marina. Desde el final de la calle 100 del polígono Pratenc, que desemboca en el mar. O por el desvío hacia el legendario Toro Bravo de la autovía de Castelldefels. Felicidad reconoce que no está en ningún lugar. Los patos se deslizan seguros con su motorcillo por debajo. Circula el viento a través de los juncos metálicos. Un estiércol de aviones alimenta los huertos. Al este, en los muelles, los reflejos de la pintura de los enormes cajones de hierro deciden el color que hoy tendrá el cielo. Área de gran interés paisajístico en la reserva global catalana, zona sin identidad. A proteger.
Delta del Llobregat, municipios de Barcelona, Gavà, L"Hospitalet, Cornellà, Viladecans, Sant Boi y El Prat.
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