"Me dan asco los equipos cobardes"

A sus 51 años, Guus Hiddink afronta con la serenidad que da la experiencia el reto que tiene ante sí este año: hacer que el Real Madrid sea campeón jugando bien al fútbol. Su trayectoria en el banquillo se ha caracterizado siempre por el buen juego practicado por sus equipos y ha tenido como último escaparate a la selección holandesa en el último Mundial. "La gente quiere resultados, pero acompañados de buen juego", afirma convencido Hiddink.Ésta ha sido siempre la filosofía de Hiddink. Desde sus comienzos como entrenador del PSV Eindhoven, con el que ganó la Copa de Europa en 1988, la propuesta de sumar resultados y espectáculo ha sido una constante. Lo demostró en el Valencia, donde llegó en el verano de 1991 y consiguió dos cuartos puestos de Liga. En Mestalla todos hablan bien del holandés: los jugadores, los directivos y los aficionados. Hiddink, bebedor empedernido de café (consume hasta 20 tazas por día, aunque en España lo pide cortado porque dice que "aquí es muy fuerte"), se ha ganado también una fama importante por tener buen ojo para los fichajes. Recomendó a Ronaldo al PSV y no se equivocó. Pidió la contratación de Romario, cuando dirigía al Valencia, y, aunque entonces no lo consiguió, el tiempo volvió a darle la razón: el brasileño hizo una magnífica temporada 1993-94 en el Barcelona, y el propio Valencia lo fichó dos años más tarde. Primer candidato para reemplazar al efímero José Antonio Camacho, el holandés debió soportar las indecisiones del club a la hora de contratar al nuevo técnico. Finalmente lo ha conseguido: está en el Real Madrid, el desafío más importante de su carrera en cuanto a clubes.

Sus primeros días de trabajo han contado con la dificultad que provoca la ausencia de nueve de sus mejores futbolistas, lo que "reduce mucho el tiempo de adaptación a los nuevos métodos". Pero Hiddink no se muestra preocupado. Los futbolistas del Madrid hablan muy bien de su nuevo técnico tras la primera semana de trabajo. Hiddink sonríe: "Ya veremos qué dicen después de la primera alineación".

Pregunta. Usted llega al Madrid como abanderado del buen fútbol. ¿Las expectativas que se han creado pueden ser una responsabilidad añadida?

Respuesta. Para mí no es un peso especial. Sé que los resultados son lo más importante, pero hay que conseguirlos con un fútbol que le guste a la gente. Los aficionados quieren ganar, pero estoy convencido de que quieren ver una buena actitud del equipo y no un fútbol soso y aburrido. Mi equipo tendrá una base de dominio y creatividad, aunque esto no es una garantía de que siempre juguemos bien.

P. Pero asumir ese reto es difícil en un fútbol tan pendiente de los resultados como el de hoy en día.

R. Sí, es difícil. Pero a mí, como profesional y admirador del buen fútbol, me da hasta asco cuando veo equipos que tienen un gran potencial y no se atreven a jugar al fútbol. Se han visto algunos en este Mundial.

P. ¿Tiene los jugadores apropiados para su estilo de juego?

R. Creo que en esta plantilla hay creatividad suficiente. Luego, hay que buscar un balance entre ella y el trabajo defensivo. Para poder inventar adelante hay que tener una buena base atrás. Si somos disciplinados, la tenemos.

P. El vestuario del Madrid tiene fama de difícil.

R. En el vestuario siempre hay gente que no juega y quiere hacerlo. Por supuesto que yo tengo que controlar el vestuario, pero cuando un futbolista firma por el Madrid tiene la obligacion de ser disciplinado, juegue o no. En el vestuario nadie puede tener una actitud egoísta por encima del interés del equipo. Eso lo tengo claro.

P. Los últimos entrenadores del Real Madrid se quejaron por algunas actitudes de la directiva. ¿Usted aguantaría una crítica pública de un directivo?

R. Yo voy por mi camino. Respecto a los directivos me comporto como ellos tienen que hacerlo conmigo. Estoy acostumbrado a leer o escuchar cosas sobre mí o mi equipo. Lo que sí creo es que nadie debe perjudicar con sus declaraciones el interés general del club.

P. Van Gaal ficha a holandeses y Sacchi, a italianos. ¿A usted qué le apetece?

R. Yo me he vuelto muy español. Hay islas italianas y holandesas, pero yo estoy trabajando en el Real Madrid, no en un enclave holandés. Lo mejor es contar con gente de la casa y, si no se puede, hay que buscar el máximo número posible de españoles. Pero por encima de todo hay que buscar jugadores de calidad.

P. Pero usted sigue sin fichar nada. ¿Está inquieto?

R. Esto lo hablo dentro del club. Insisto en que hay que estar atento porque la temporada es muy larga y necesitamos una plantilla amplia y de calidad. Estoy atento y cuando podamos reforzar el equipo lo intentaremos.

P. ¿Le preocupa el cansancio acumulado por los nueve jugadores que actuaron en el Mundial?

R. Ellos están ahora de vacaciones. A mí me hubiera gustado tenerles desde el primer día de pretemporada, pero lo hubieran pagado en el mes de noviembre. Esto aprieta mi preparación, pero con estas cortas vacaciones espero que se hayan recuperado bien.

P. ¿Ve la próxima Liga como otro duelo entre Madrid y Barça?

R. El Atlético se ha reforzado mucho y luego, siempre aparece algún equipo, como el Athletic de Bilbao el año pasado. Pero lo normal es que el título se decida entre los dos de siempre.

P. Una vez conseguida la séptima, parece que se ha pasado un poco la obsesión madridista por la Copa de Europa.

R. Sí, esa obsesión podía ser incluso negativa para la gente. De todas formas, no se puede jugar sin obligaciones y un gran club como éste siempre las tiene. Tenemos cinco competiciones y hay que estar ilusionados por ganar el máximo número posible de ellas.

P. Usted en el Valencia hizo retirar una bandera de ideología ultra que portaban aficionados en la grada. ¿Sabe que estas cosas son bastante habituales en un grupo de seguidores madridistas?

R. Yo creo que ellos no saben lo que representan esos símbolos. Me gustaría que no los sacaran en el Bernabéu. Es una moda, pero no es buena. Todos tenemos que estar atentos a estas cosas para que no se repita lo que sucedió hace años.