Hakkinen se reencuentra con el éxito

Mika Hakkinen (McLaren) se reencontró ayer con el triunfo en el Gran Premio de Austria, décima prueba del Mundial de Fórmula-1, y reafirmó su liderato en la clasificación de pilotos, con ocho puntos de ventaja sobre Michael Schumacher (Ferrari), tercero en Zeltweg, después de haberse adjudicado las tres últimas pruebas del campeonato.Ferrari cedió el protagonismo a McLaren, autor del cuarto doblete del curso, ya que el segundo puesto fue para el compañero de equipo de Hakkinen, el escocés David Coulthard, mientras que el irlandés Eddie Irvine, segundo piloto de la escudería italiana, quedó cuarto, por delante de Ralf Schumacher (Jordan) y del actual campeón de mundo, Jacques Villeneuve (Williams).

Fue el quinto triunfo de la temporada del piloto finlandés, de 29 años, en una carrera repleta de incidentes, uno de los cuales afectó de forma directa a Michael Schumacher. La carrera ya comenzó mal: el francés Panis no logró arrancar y provocó un serio conflicto en la parrilla, lo que alteró la disposición de los pilotos en la salida.

Los accidentes se sucedieron en la cabeza, donde Hakkinen y Schumacher remontaron a las dos primeras posiciones, pese a salir desde la segunda línea y en la cola, hasta que el director de la carrera sacó a la pista el coche de seguridad con el fin de neutralizar la prueba.

La parada ayudó a Coulthard a reincorporarse a la carrera, tras verse involucrado en uno de los incidentes, aunque ello no alteró la competitividad entre Hakkinen y Schumacher por el liderato. El alemán presionó cuanto pudo al finlandés e intentó superarle ya en la curva grosser -una de las más complicadas del circuito- cuando se cumplía la primera vuelta.

Pese a que Schumacher fracasó en su primer intento e, inicialmente se vio superado por Fisichella, el alemán volvió a acosar a Hakkinen. Pero esta vez no erró el finlandés, sino que fue Schumacher quien se salió del trazado en la vuelta 17 y quedó relegado al último puesto, tras cambiar el morro de su Ferrari.

Fisichella no pudo sacar provecho de su condición de perseguidor de Hakkinen, ya que un error le obligó a colisionar con Alesi y quedar así ambos fuera de la carrera. La prueba quedó entonces a expensas de la remontada de Schumacher, que en la vuelta 34 ya se había situado sexto y, posteriormente, protagonizó una interesante pugna con su hermano pequeño Ralf. Las dos últimas vueltas fueron un sprint de Michael en busca de Irvine, quien fue aminorando la marcha para dejar que el jefe de filas entrara en el podio, tras los dos McLarens, dueños de la prueba desde el incidente de Schumacher.