El presidente de la Diputación de Lleida califica de maleducado al nuncio

El presidente de la Diputación de Lleida, el convergente Josep Grau, calificó ayer de maleducado al nuncio de la Santa Sede en España, Lajos Kada, por la actitud que está manteniendo desde que se inició el contencioso patrimonial entre la diócesis de Lleida y la aragonesa de Barbastro-Monzón. Grau, a quien el nuncio no quiso recibir, es el político leridano que más duramente ha criticado el decreto del embajador del Estado vaticano.

El citado decreto obliga al obispo de Lleida, Ramon Malla, a devolver más de un centenar de piezas a la diócesis de Barbastro Monzón, obras que actualmente están depositadas en el Museo Diocesano de Lleida. La corporación provincial, gobernada por CiU, aprobó ayer una moción en favor de la unidad de las colecciones de arte que se conservan en el Museo Diocesano. Las obras en litigio formarán parte antes del año 2000 del nuevo equipamiento museístico que promueven la Generalitat, el Ayuntamiento y la Diputación de Lleida, el obispado y el Consejo Comarcal del Segrià. Mediante la moción aprobada, los diputados provinciales pretenden, en primer lugar, hacer llegar al papa Juan Pablo II el profundo disgusto de la ciudad y de todo el territorio de Lleida por una decisión que se considera contraria a la legislación vigente de la Unesco en materia de museos. En un segundo punto se advierte en tono rotundo que Lleida y su territorio no aceptarán una desmembración injusta históricamente. La Diputación Provincial insta a la sociedad civil leridana a movilizarse y a rechazar públicamente el decreto de la nunciatura apostólica, que, en caso de aplicarse, significará la desmembración del museo. Grau no cree que el contenido de la moción aprobada sea demasiado contundente si se tiene en cuenta que en el conflicto patrimonial se ha llegado al final de un proceso en el que la nunciatura no se ha caracterizado precisamente por su imparcialidad. Grau dijo que el embajador del Estado vaticano en España ha demostrado una gran falta de educación por haberse negado a recibirle. En cambio, recordó el mismo Grau, no ha tenido ningún inconveniente en recibir al presidente de la Diputación de Huesca y a otras autoridades civiles aragonesas. El dirigente convergente considera que defender la integridad del Museo Diocesano no es inmiscuirse en los asuntos que competen a la Iglesia. "No quiero contradecir a nadie", añadió, "pero creo que tengo toda la autoridad moral para opinar en nombre propio y de los ciudadanos respecto a un museo en el que la Diputación ha invertido cientos de millones". "La Iglesia nos dice que no nos metamos en sus asuntos, pero cuando hemos de restaurarles el patrimonio somos los primeros a quienes acude", recordó el político convergente. "Por tanto, las instituciones civiles también somos responsables de mantener y conservar ese patrimonio", dijo el presidente de la Diputación. Por su parte, el director del Museo Nacional de Arte de Cataluña, Eduard Carbonell, se pronunció ayer en contra de la desmembración del Museo Diocesano de Lleida alegando que la historia no puede deshacerse tan fácilmente como pretende el nuncio.