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Los jueces valencianos son los más interesados de España en aprender la lengua autóctona

El subsecretario de Justicia de la Generalitat, Eloy Velasco, así lo cree. Los jueces valencianos son los más proclives a aprender o perfeccionar su conocimiento de la lengua autóctona, lo que, a medio plazo, favorecerá la normalización lingüística en el ámbito de la Administración más renuente a aplicar la cooficialidad de idiomas que defiende el Estatuto. Un dato refuerza esta teoría: los magistrados de la Comunidad acuden a cursos y examenes de valenciano con mayor frecuencia que sus colegas destinados en Cataluña, el País Vasco y Galicia.

Según los datos de la Subsecretaría, durante el curso académico 1997-1998 el número de magistrados valencianos (60) que asistió a clases de aprendizaje y perfeccionamiento del valenciano triplicó al de sus colegas catalanes (sólo 19) o dobló al de jueces vascos que se interesaron en mejorar su euskera (únicamente 30). En Galicia, durante 1995 y 1996, último periodo del que se tienen cifras, 23 jueces recibieron clases de gallego. Es más, la presencia de los jueces en los cursos ofrecidos por la Administración ha crecido en los últimos años. Si los tres cursos -todos ellos reservados a los miembros de la judicatura- realizados el pasado ejercicio escolar fueron seguidos por 60 jueces, los dos de 1996-1997 contaron con la asistencia de 43 personas, y los cuatro de 1995-1996 con la de 49. En total, 152 de los 333 jueces destinados en la Comunidad Valenciana (un 45%) han mostrado en el último trienio, como mínimo, su voluntad de mejorar su dominio del valenciano. Las cifras cobran importancia si son comparadas con el superior número de jueces que ejercen en Cataluña (unos 475) o con la pobre asistencia de los magistrados destinados en el País Vasco a cursos anteriores: únicamente 11 recibieron clases de euskera en el curso 1996-1997. Además, en función de los datos de la Subsecretaría de Justicia, los componentes de la judicatura ponen a prueba sus conocimientos en mayor número que sus compañeros. El pasado junio 47 jueces se sometieron a los examenes de la Junta Qualificadora de Valencià: 28 en el nivel elemental (67% de aprobados) y 19 en el medio (63%). Uso escaso del valenciano La positiva valoración que Velasco ofrece de estas cifras no oculta la realidad: aunque no hay ninguna estadística oficial, todos los estamentos inmersos en la Administración de Justicia reconocen que el uso del valenciano, sino residual, si es minoritario, muy minoritario. El uso de una legislación pensada y escrita en castellano, la movilidad geográfica a la que están sometidos los jueces y el aún escaso uso social del idioma han impedido que el valenciano sea una lengua normalizada en el ámbito judicial. Velasco, para quién, "hoy por hoy, los jueces valencianos son los más interesados en la lengua propia", pide tiempo. "La Generalitat está haciendo un importante esfuerzo en garantizar que la Justicia también utilice el valenciano, pero la introducción del idioma se hará de forma natural, en consonancia con las demandas de la sociedad", asegura. Sin embargo, no todos son parabienes. Una sección de la Audiencia de Valencia ha utilizado el valenciano en uno de los cerca de 15.000 informes emitidos en la última década, y para Celima Gallego, juez de Gandia y miembro de Jueces para la Democracia, el valenciano "se emplea de forma excepcional" tanto en las actuaciones escritas como, "lo que es más preocupante, en las orales". Según Gallego, las optimistas valoraciones de Velasco son "cuanto menos, simplistas".

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