Los partidos rechazan el cambio de límites provinciales de Castellón
Una cuestión es la administración religiosa y otra la civil. Ésta fue la respuesta generalizada de los políticos valencianos ante la insinuación emitida por el obispado de Tortosa de modificar los límites provinciales de Tarragona. El nuevo mapa incluiría a 30 pueblos castellonenses dentro de la demarcación catalana. Desde el portavoz socialista de la Diputación de Castellón, Ximo Puig, al presidente de este organismo, el popular Carlos Fabra, se manifestaron contrarios a este cambio.
Puig explicó esta polémica en términos de "contraofensiva" contra las posiciones de Unión Valenciana (UV) y el Partido Popular (PP) de variar las actuales fronteras eclesiásticas. El alcalde de Morella, localidad que depende eclesialmente del obispado de Tortosa, destacó ayer que desde el obispado "siempre ha habido más respeto hacia las cuestiones políticas que viceversa". Puig se refería a las intenciones de UV y PP de remodelar los límites eclesiásticos y someter la distribución de la Iglesia a la provincial creando una diócesis para Castellón. La raíz de la polémica se encuentra en las opiniones hechas públicas el martes en las que un portavoz del Obispado de Tortosa aseguraba que era más factible que una serie de municipios del norte de Castellón, que pertenecen a la diócesis de Tortosa, se adscribieran a la provincia de Tarragona antes de pasar a formar parte de la diócesis de Segorbe-Castellón. Desde hace 700 años, la diócesis de Tortosa tiene jurisdicción eclesial sobre varias localidades castellonenses, una cifra que se redujo a 30 municipios con la reforma de fronteras eclesuiales de 1960 "La Iglesia tiene derecho a organizarse como quiera" dijo Puig, quien reconoció la relacion cultural y religiosa "desde hace siglos" existente con Tortosa, "lo que no implica la necesidad de planteársela desde un punto de vista político. Mucho más contundente se mostró el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra. "Los pueblos de las comarcas castellonenses de Els Ports y el Maestrat han sido son y serán de Castellón", señaló Fabra . El dirigente popular reconoció que la actual diferencia entre la distribución civil y religiosa "no ha creado ninguna disfunción" y tras marcar diferencias entre las cuestiones de ámbito eclesiástico y las administrativas, sentenció la cuestión afirmando que lo que haga la Iglesia "bien está", informa Efe. El obispado castellonense prefirió ayer guardar silencio y su portavoz, de viaje, manifestó no saber nada de la polémica. Quien sí se refirió a ella fue el arcipreste de la localidad catellonense de Sant Mateu, Florencio Albero, que señaló que la intención del obispado de Tortosa no era la de "catalanizar" las comarcas castellonenses, informa. Para el portavoz del Gobierno valenciano, José Joaquín Ripoll, la postura del Obispado de Tortosa es una petición que se mueve "dentro de los planteamientos de la Iglesia", y que "en ningún caso" se enmarca "dentro de la estructura del Estado que está clara". Por su parte, la portavoz de Esquerra Unida-Els Verds, Gloria Marcos, indicó que "no hay que mezclar los ámbitos de distribución competencial".
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