Un miembro del "comando Vizcaya" declara que trataron de atentar contra Atutxa todas las veces que pudieron

Joseba Koldo Martín Carmona, presunto integrante del comando Vizcaya de ETA, manifestó ayer ante un tribunal de la Audiencia Nacional que intentaron atentar contra el consejero vasco del Interior, Juan María Atutxa, todas las veces posibles. "Sigue siendo enemigo de nuestro pueblo, lo mismo que un guardia civil destinado allí, que está oprimiéndolo", afirmó, según informa Europa Press.La Audiencia comenzó ayer a juzgar a siete supuestos miembros del comando Vizcaya, entre ellos los cabecillas Lourdes Churruca Madinabeitia y Joseba Koldo Martín Carmona. El fiscal pide para los siete un total de 1.153 años de prisión.

Los únicos acusados que reconocieron haber pertenecido al comando Vizcaya fueron Churruca y Martín Carmona. Éste trató de exculpar a los demás.

Preguntado por el fiscal si participó en un atentado contra Atutxa, Martín Carmona replicó: "No recuerdo ninguna acción militar todavía contra ese hombre. Tiempo habrá que esperar todavía". El fiscal, Pedro Rubira, rectificó su pregunta refiriéndose a " intento de atentado". El acusado dijo entonces que la organización eligió a Atutxa por ser "enemigo" del pueblo vasco al igual que cualquier "guardia civil destinado allí".

Respecto al intento de asesinato en noviembre de 1994 del sargento José Carollo, quien repelió los disparos con su arma y obligó a los terroristas a huir, Martín Carmona explicó su detención posterior diciendo que la Ertzaintza les hizo "un bocadillo" y quiso matarlos a todos, pero "les salió mal". En el tiroteo murió el miembro del comando Ángel Irazabalbeitia y Churruca resultó herida, al igual que un agente.

Entretanto, la Audiencia Nacional condenó ayer a un año de prisión a cada uno de los seis miembros de Jarrai juzgados por un delito de desórdenes públicos. Iker Achotegi Suquia, Urko Galarraga Irastorza, Oskarbi Jauregi Amondarin, Argider Mugica Zubiarrain, Jon Salaberria Sansinenea e Imanol Iparragirre Arretxea estaban acusados de provocar desperfectos en una tienda de Orduña en enero de 1995 y de quemar varios contenedores en la misma localidad guipuzcoana en mayo de ese año. En el momento de su detención, en agosto de ese año, los procesados llevaban en su vehículo cinco cócteles mólotov que pretendían arrojar contra la Casa del Pueblo de Lazcano, también en Guipúzcoa.