Miles de personas se manifiestan en San Sebastián contra el cierre de 'Egin'

Miles de personas secundaron ayer la marcha convocada por Herri Batasuna y los sindicatos ELA y LAB en San Sebastián, en protesta por el cierre cautelar de Egin y Egin Irratia que fue decretado el pasado miércoles por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Los trabajadores de Egin, que reclamaron el derecho a la libertad de expresión, fueron arropados por multitud de ciudadanos en una marcha que también contó con el apoyo a título personal de cargos de otros partidos. Entre ellos se encontraba el portavoz del PNV de Guipúzcoa, Juan María Juaristi.

La manifestación de protesta contra la operación judicial decretada por Baltasar Garzón el pasado miércoles, que supuso la clausura de estos dos medios de comunicación y la detención de 11 personas, transcurrió en los términos acordados por las fuerzas convocantes.No hubo gritos, ni se corearon consignas, como suele ser habitual en las marchas que lidera HB. El acto de protesta se desarrolló en absoluto silencio, exceptuando los aplausos de algunos ciudadanos al paso de la pancarta con la que se abría la marcha multitudinaria.

Tampoco las formaciones políticas que no suscribieron la movilización el pasado jueves se sumaron a la marcha como representación institucional. Pero sí mostraron su adhesión, en el caso del PNV ya anunciada a título personal. Éste fue el caso del portavoz del Partido Nacionalista Vasco de Guipúzcoa, Juan María Juaristi, o del responsable de prensa Peio Etxeberria. También secundaron la manifestación miembros de la Ejecutiva de Izquierda Unida como Óscar Matutes.

La manifestación partió minutos después de las cinco de la tarde del barrio del Antiguo de la capital guipuzcona, precedida por una pancarta cuyo lema ya había sido anunciado por la organización: "Eman hitza herriari. Egin Ireki", (Da la palabra al pueblo. Abrid Egin). Entre los que portaron esta pancarta se encontraban los miembros de la Mesa Nacional de HB Arnaldo Otegi y Joseba Permach, el director del clausurado diario, Javier Salutregi, el secretario general del sindicato LAB, Rafa Díez Usabiaga, y Jon Idígoras, miembro de la anterior Mesa Nacional, recientemente excarcelado por su delicado estado de salud. Tras ellos caminaban los representantes del PNV y miles de ciudadanos y los trabajadores de Egin y Egin Irratia, que no cesaron de repartir pegatinas que reclamaban la "libertad de Egin".

"Me palparía la ropa"

El director del diario hizo suyas estas palabras, mostrando su agradecimiento a los ciudadanos que apoyaron la movilización y en especial a los miembros del "PNV, EA, ELA y LAB, que han participado en la protesta". Salutregi, que calificó de "escándalo político" la actuación judicial, añadió: "Si yo estuviera en el lugar de la gente que ha empujado a Garzón a hacer esta barbaridad, me palparía la ropa".

Dos de los representantes de las fuerzas políticas y sindicales justificaron su presencia en la marcha con palabras de apoyo a Egin. Juan María Juaristi lo hizo a título personal y se ratificó en que coincide con el contenido íntegro del lema que su partido no suscribió el pasado jueves. Por su parte, el secretario general de ELA, José Elorrieta, tachó el cierre cautelar de Egin y Egin Irratia de "atentado en clave democrática", que a su juicio supone "un factor de desestabilización política, hecho probablemente con intencionalidad". En sus declaraciones insistió en que es necesaria no sólo la reapertura del diario, sino también "que se abra la democracia y que a este pueblo se le dé una oportunidad de paz".

La manifestación tomó las calles de San Sebastián por la tarde. Ciudadanos y representantes caminaron entre ikurriñas y otros símbolos del nacionalismo vasco hasta el Boulevard donostiarra. Al término de la protesta, Salutregi y la directora de Egin Irratia defendieron la continuidad de sus medios de comunicación tras un acto que concluyó con el canto del "Himno del soldado vasco".

Horas antes, en la madrugada, los vecinos de un inmueble de Llodio (Álava) tuvieron que ser desalojados de sus domicilios a causa del incendio provocado por un individo, que arrojó varios artefactos incendiarios en una entidad de ahorros situada en los bajos. Sobre la misma hora, en Amorebieta (Vizcaya), una veintena de encapuchados atacó con cócteles mólotov la subcomisaría de la Ertzaintza del barrio de San Juan. Los artefactos alcanzaron la fachada del edificio, sin causar daños de importancia. Tan sólo el ennegrecimiento de las paredes y una humareda que aconsejó sacar de sus casas a los vecinos de los pisos superiores.