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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Carmelo Gómez

Desde que el 8 de julio leímos una pequeña entrevista de Francisco Correal a Carmelo Gómez, el nuevo portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla, el personaje entrevistado ronda mi pensamiento. Carmelo Gómez, a quien no conocemos, habla como un consumado político: nos cuenta batallitas de su partido, repartos de poder en el PSOE, la deseable elección de su jefe de fila en los próximos comicios y no hace ni una sola propuesta sobre la ciudad. Sin embargo, no es su consumada dialéctica lo que nos impresiona, ni la maniquea historia familiar de izquierda, ni su interés por mostrarse un político profesional dentro del cada vez más en crisis sistema de partidos, ni que incurra en una continua autoalabanza. Lo que nos impresiona es su desorientación al afirmar en una ciudad no industrial, de una región no industrial, de un país no industrial, tras la caída del muro de Berlín y después de que la socialdemocracia europea haya dinamitado el sistema de clases marxista que "el partido necesita cada vez más obreros...". No contento con esto, termina la frase diciendo, en un mundo en que la complejidad económica y social requiere cada vez más formación para el desempeño de cualquier función o actividad, "... no comparto la titulitis de algunos", aunque para sí mismo no tenga recato en reconocer, no sin cierta ambigüedad, que cursó "estudios de filosofía" y que en la actualidad realiza un master fiscal. El interés por sacar de su partido a la gente más formada es digno de aquel general enemigo de su familia que siempre desconfió de que el mando cayera en manos de los intelectuales, los masones, los rojos y la conjura internacional. Galbraith dice que la paradoja de la profesión política es que para ser un buen político hay que preocuparse poco de uno mismo, aunque para llegar a serlo hay que preocuparse mucho de uno mismo, si fuese verdad le auguramos a Carmelo Gómez un amplio horizonte.- Gerónimo Sánchez Bendala (Sevilla) y Carmen Martínez Sánchez (Macael, Almería).

Ataque a la industria

Ahora parece que es Construcciones Aeronáuticas la que queda en el punto de mira del cañoneo sistemático y permanente al que se tiene sometido al ya escasísimo tejido industrial andaluz. De nuevo una empresa andaluza con beneficios y aceptables expectativas, se ve inmersa en esa inexplicable moda empresarial que se sustenta en la engañosa argumentación de que para hacer las empresas más competitivas hay que reducir puestos de trabajo. Esta premisa empresarial, tan falsa como timadora de la sociedad y de sus recursos que utilizan en beneficio propio, se alimenta y se abre paso a pesar del ser irracional y conducir al país a un empobrecimiento general, porque encuentra colaboracionismo y complicidad a todos los niveles. Desde la Administración correspondiente que acepta o hace la vista gorda en tanto expediente de regulación de empleo injustificado, hasta el sindicalista ramplón o modernizado que entiende a la perfección las "necesidades" empresariales, pasando por la atonía, la pasividad, o la aceptación de muchos afectados estamos configurando un futuro para nuestra tierra que no presenta tintes halagüeños. Ayer fue Sevillana, donde por cierto se quedó CC OO sola en el rechazo a lo irracional, aunque su postura es compartida por un porcentaje muy alto de los trabajadores de esta empresa que coinciden en lo injustificable de reducir empleo en una empresa con cerca de 30.000 millones de beneficios y un mercado en continuo aumento; después vino Cruzcampo, antes le tocó a Astilleros, Tabacalera, etcétera. Alguna vez habrá que enfrentarse a esta anómala situación con decisión y coraje, pues si no alguien nos deberá recordar algunos párrafos de canciones de Carlos Cano, que vienen como anillo al dedo. "Porque llamas tu tierra a aquello que no defiendes..." y "si en vez de ser pajarillos fuésemos tigres de bengala...".- .

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