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CRÍTICA JAZZ

Vuelo sin motor

II Festival de Jazz. Cassandra Wilson Quintet. Palau de la Música. Valencia, 13 de julio. ¿Es un avión? ¿Es un pájaro? ¿Es jazz? ¿Es blues? ¿Es folk? ¿Es pop? Sea lo que sea, Cassandra Wilson vuela. Vuela por encima, por debajo, enmedio y entre los géneros, haciéndolos suyos en una fusión personal donde la voz sale indemne de las aventuras más insólitas. Ensamblar, como hizo al comienzo de su concierto en el Palau, un tema de U2 (Love is blindness), un viejo estándar como Old devil moon y un viejo blues de Robert Johnson como Come on in my kitchen, puede parecer una excentricidad o una muestra de eclecticismo diletante y no pasar de ahí. Pero hacerlo de manera que cada una de las piezas adquiera una nueva sustancia en la voz de quien la canta y, al mismo tiempo, formen parte de un universo propio e inconfundible como el de esta cantante norteamericana, es tarea menos fácil y en absoluto trivial. Pasadas por la turmix de Wilson, de canciones como éstas ya no puede decirse que sean mejores o peores versiones del original: son canciones nuevas. Y ahí reside gran parte de su mérito, en contribuir a la elaboración, desde el jazz pero sin ignorar lo mejor de otros mundos (Joni Mitchell, Neil Young o el último Miles Davis son algunos de los compositores de los que Wilson ha echado mano en algún momento), un nuevo cancionero moderno, al que músicos como Herbie Hancock se han aproximado ocasionalmente. Podrían ser más o menos discutibles los arreglos instrumentales, a veces efectistas, con que Cassandra Wilson aderezó su repertorio, aunque se trata de arreglos que rehuyen cualquier fórmula, ya que ni siquiera eran iguales a las versiones grabadas. Pero su voz profunda, dáctil y a menudo enigmática resulta difícil de olvidar, en tanto que explora en vivo y con absoluta libertad los recovecos de cada canción, ya sea poniendo el énfasis en una sola palabra (Until, una creación propia), en la omisión de estrofas íntegras (Time after time, nada que ver con versiones precedentes), o moldeando versos como si fueran de goma.

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