Izquierda Unida quiere demostrar al PSOE la necesidad de unirse

Víctor Ríos, el coordinador de Presidencia de IU, hizo ayer un desesperado llamamiento al PSOE para iniciar el diálogo en la izquierda. Se quejó de que el secretario de Organización del PSOE, Ciprià Ciscar, no encontrara momento para reunirse con él. Y dejó claro que IU no está dispuesta a romper lo poco que quede de ese intento de unidad en las izquierdas. Ayer por la tarde Ciscar se ponía en contacto con IU.

Que no quede por IU, porque no será esta organización la que tire el carro por las piedras. Según dijo ayer Víctor Ríos, están dispuestos a esperar el momento y el lugar para el encuentro entre ambas organizaciones. Sobre todo, porque no acaban de entender que, mientras el partido parece apostar por el diálogo, los dirigentes del PSOE se empeñen en hacer imposible cualquier acuerdo en torno a la unidad.Recordaba ayer Ríos que Julio Anguita, en su oferta, se había mostrado dispuesto a aceptar que hay diferencias, discrepancias, desacuerdos que hay que abordar como elementos de negociación. Y que una cosa es lo que Joaquín Almunia, el secretario general del PSOE, diga por escrito y otra, muy distinta, lo que se diga verbal y rotundamente a la sociedad española. Si hay que atenerse a lo escrito, la carta de Almunia -hacía ver el coordinador de Presidencia de IU- acepta en buena medida los puntos de desencuentro, "pero no como una imposibilidad de diálogo, sino como elementos que hay que ir acotando" .

Ni diálogo, ni conversaciones, ni siquiera un simple golpe de teléfono. Pero no se le podrá achacar a IU la responsabilidad. Al menos, es lo que Ríos, en nombre de la dirección de la organización, quiso dejar claro ayer. Personalmente, el coordinador de Presidencia dejó caer que lleva toda la santa semana intentando comunicar con su homólogo en el PSOE. No ha habido forma. Pero ayer, por la tarde, tras sus quejas, Ciscar se ponía en contacto con Víctor Ríos y ambos coincidían en verse esta misma semana para avanzar en lo posible en las conversaciones.

Dicho lo anterior y sentado lo precedente, hay que aclarar que Ríos dedicó buena parte de su intervención a desguazar la carta que Almunia envió al "querido Julio" para demostrar que una cosa es lo que se escribe y otra, muy distinta, lo que de verdad se siente o se quiere.

Así que las afirmaciones de Almunia de "establecer un calendario y un programa" o de "abordar con urgencia y con la importancia que merece" el tema europeo, se han transformado en acuerdos puntuales en el Parlamento. Y lo que parecía un diálogo de la izquierda no parece otra cosa que un simple intercambio de monosílabos, cuando no de gruñidos entre ambas fuerzas.

Pero IU sigue empeñada en demostrar que, por encima de todo, es necesaria la unidad de partidos y organizaciones de izquierdas. O sea, que si CC OO o UGT no responden al escrito o no encuentran momento ni lugar, la solución es volver a intentar una nueva cita, acordar otro encuentro, quedar para otro día como si nada sucediese. Con los sindicatos intentarán volver a verse la semana que viene, una vez fracasada -maldita agen-da- la reunión fijada para esta semana.

De momento, IU se entrevistó ayer con algunas de las fuerzas convocantes de las movilizaciones del pasado 20 de junio. Una forma de intentar que no se pierda el esfuerzo realizado por IU por la jornada de 35 horas.