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TENIS: TORNEO DE WIMBLEDON

Quinta corona para Sampras en la catedral

Ganó a Ivanisevic e igualó a Borg y Laver

La discusión sobre quién es el mejor jugador de la historia del tenis proseguirá y adquirirá nuevos matices en un futuro más o menos inmediato. Pete Sampras aportó ayer un nuevo elemento para el debate al ganar a Goran Ivanisevic en cinco mangas por 6-7 (2-7), 7-6 (11-9), 6-4, 3-6, 6-2, en 2 horas y 51 minutos, en la final del torneo de Wimbledon. Fue su quinto título en la catedral y el que le permitió alcanzar uno de los objetivos que se había marcado desde que comenzó a jugar al tenis: igualar a Rod Laver en títulos del Grand Slam.Ahora, Sampras posee ya 11, y no sólo iguala a Rod Laver y al sueco Bjorn Borg, sino que queda a uno de otro australiano, Roy Emerson, que, con 12, es quien más grand slams atesora. La victoria de Sampras, por otra parte, le sitúa también a dos títulos del récord de Wimbledon que ostenta W. C. Renshaw, con siete, desde 1889. Ambas marcas están al alcance de Sampras, que, con 26 años, tiene todavía tres o cuatro por delante para poder incluso superarlos.

¿Significa eso que es el mejor? A criterio de los especialistas en estadísticas, puede serlo, porque ellos valoran fundamentalmente los títulos y los récords para establecer sus criterios. Sin embargo, sigue habiendo reticencias. Para algunos jugadores legendarios, Sampras es quien más se acerca a aquellos tenistas australianos que marcaron la historia de este deporte en los años cincuenta y sesenta, como Laver, Rosewall, Emerson, o al americano Bill Tilden. "Pero para mí", asegura Manuel Orantes, campeón del Open de Estados Unidos en 1975, "hay aspectos en los que Sampras es superado por muchos otros jugadores, como Rod Laver o Kenn Rosewall, o incluso por Bjorn Borg y Jimmy Connors. La estrategia es uno de ellos. Y es por eso que no ha logrado ganar en Roland Garros".

Estrategia

No fue precisamente la estrategia lo que necesitó para coronarse por quinta vez en la catedral. Eso no le hizo falta. En cambio, sí precisó de una fortaleza mental impresionante, de un nivel de concentración a prueba de bombas y de una eficacia notable en sus primeros y segundos servicios y, sobre todo, en sus voleas. El tenis en Wimbledon se juega así. No hay tiempo para pensar los puntos. Sólo se puede pensar en el primer golpe, el servicio, lo demás debe resolverlo la intuición. Y en ese terreno no hay duda de que Sampras es el mejor. "Para mí", señaló el campeón, "la clave estuvo en el desempate del segundo set, cuando Goran no pudo aprovechar las dos bolas de set de que dispuso. Si hubiera ganado, el partido habría sido muy distinto". Como suele ocurrir en este tipo de superficies, el partido se decidió en muy pocos puntos. Ambos jugadores se concedieron varias bolas de break en la primera manga, aunque ninguno logró realizarlas. Se llegó, por tanto, al desempate, donde bastaron dos errores en el saque de Sampras para que lo cediera. Y así prosiguió el duelo -con dos breaks consecutivos en el segundo set, eso sí- hasta el segundo desempate. Allí el croata dispuso de dos bolas (con 6-5 y 8-7) para colocarse con dos sets a cero, pero en ambas ocasiones fue Sampras quien dispuso de saque. En cambio, lo que ocurrió fue que el norteamericano ganó la manga en su tercera bola de set, cuando pudo rematarla con su saque. En el resto del partido, Sampras no cedió más que dos bolas de break, que le costaron la cuarta manga. Ivanisevic concedió seis -sufrió tres roturas- y perdió irremisiblemente.

Igualar a Borg

"Me sentía muy cansado. No creo que Sampras jugara al mismo nivel de 1994 , pero yo estaba muy cansado. El partido contra Krajicek (15-13 en el quinto) me costó el último set de hoy. En el juego final serví como una mujer ", reconoció Ivanisevic. Sin embargo, no fue ese golpe precisamente el que le condenó. Ayer, el croata conectó 32 aces, por sólo 12 de Sampras. Y a lo largo del torneo, su lista de aces ascendió a 193 por 117 del americano. Sampras recibió 110 millones de pesetas por su triunfo. El croata se quedó con la mitad."Acabo de ganar y aún no lo he asumido. Cuando vi a Borg conquistar su quinto Wimbledon pensé que nunca podría igualar aquella marca. Y ahora pienso que aún tengo algunos años para jugar al máximo nivel y poder superarla. Sin embargo, ahora no quiero pensar en los próximos años. Sólo pretendo disfrutar de este momento. Wimbledon tiene algo muy especial, muy histórico que me motiva. Me he acostumbrado a jugar aquí e incluso a la cena de campeones", concluyó Sampras. Él no se plantea si es o no el mejor tenista de la historia. A él le preocupa, por ahora, ir atesorando títulos.

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